Bogotá, 23 nov (EFE).– Al menos 14 potentes máquinas utilizadas para la minería ilegal fueron destruidas en una operación conjunta llevada a cabo por Colombia y Brasil en el corazón de la Amazonía compartida, informaron el sábado fuentes oficiales.
«Esta operación demuestra que no permitiremos el avance de la minería ilegal ni de las organizaciones criminales que impulsan la deforestación y la contaminación por mercurio en la cuenca del Amazonas», dijo la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Irene Vélez, en un comunicado de su despacho.
Los resultados de la acción conjunta fueron anunciados por el Ministro Vélez durante la COP30 sobre cambio climático en Belém, Brasil.
Los «superdragones», maquinaria con una alta capacidad destructiva, fueron utilizados para la minería ilegal en los ríos Puré, Purité y Cotuhé, en el corazón de la Amazonía.
La información indicó que ocho de las dragas fueron destruidas en Colombia y seis en Brasil. También quedaron inutilizados 33 motores, tres remolcadores y una excavadora. Además, fueron incautados 4.800 litros de combustible, 2,5 kilogramos de mercurio, 25 cilindros de gas y una planta eléctrica.
Cada una de estas dragas destruidas podría extraer hasta 6.000 gramos de oro al mes.
La operación confirma la decisión conjunta de ambos países de detener la destrucción del bioma amazónico y enfrentar las estructuras criminales transfronterizas responsables de la deforestación, la contaminación por mercurio y el impacto directo sobre comunidades y ecosistemas, agrega la información.
Desde 2023, las entidades presentes en la zona, con el apoyo del Consejo Nacional de Lucha contra la Deforestación (Conaldef), han monitoreado continuamente las actividades ilegales en la zona para identificar, contener y procesar a los responsables.
Con esta información se consolidó un operativo de alto riesgo que el 18 de noviembre desplegó a 92 uniformados de la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental (Dicar), en colaboración con la Policía, la Fuerza Aérea Colombiana, la Policía Federal de Brasil y el Centro de Cooperación Policial Internacional Amazónica.
El operativo contó con tres helicópteros UH-60 de la Dirección de Policía Antinarcóticos de Colombia (DIRAN), unidades entrenadas en selva profunda y apoyo aéreo binacional.
Esta acción tuvo un impacto directo en las finanzas del bloque Amazonas de la EMC y de los Comandos Fronterizos, disidencia de las FARC que opera en varios puntos del sur de Colombia.
Durante la intervención se registró acoso armado, lo que demuestra la creciente capacidad de respuesta de estas organizaciones criminales.
El operativo también evitó que se vertieran combustible y mercurio a un afluente que alimenta una zona que alberga especies emblemáticas como el delfín rosado, el jaguar, el manatí, el oso hormiguero y el mono tití. EFE