
El pasaje en la carretera pan -estadounidense está restringido, Después de la bomba del automóvil que fue detonada, aparentemente, por disidentes de FARC,, En este corredor de carretera entre Popayán y Pasto, en las primeras horas del 8 de julio. El ataque ocurrió contra la subestación policial en el distrito del Estrecho.
Una mujer murió y dos policías resultaron heridos. El incidente se registró cerca de la instrucción y el Batallón de Reserva (BITER) 29 del ejército.
Los dos heridos uniformados fueron llevados a un centro de salud en Popayán.
Evitaron otro ataque con drones
Las autoridades también informaron enfrentamientos entre el ELN y los disidentes del FARC en el área rural de Bolívar. Una persona murió. Mientras tanto, la policía de Morales, también en Cauca, frustró otro ataque contra la fuerza pública. Los disidentes de FARC usaron drones en ese caso.
El gobernador de Cauca, Octavio Guzmán, dijo: «En Cauca, cada vida duele, cada amenaza lamentable, cada acto violento deja cicatrices en el alma de nuestro pueblo. Por lo tanto, no podemos aceptar el miedo como parte de la rutina. Tenemos que criar con la convicción de cuidar, sanar, resistir con dignidad».
Agregó: «Debido a que aquí continuamos, en el lado correcto de la historia, de la vida de la gente, de su gente sin distinción, no nos rendiremos ni nos cansaremos de decirlo, aquellos que quieren un futuro con oportunidades y esperanza, somos más. El Cauca unido sigue siendo el camino, no es fácil, pero es posible, es la forma, es correcta».
El 6 de julio, El presidente de los Caucanos denunció amenazas contra él. «Las amenazas que recibo, supuestamente de los disidentes de ‘Iván Bite’, no son solo en mi contra. Son un ataque contra la institucionalidad y contra el derecho del Caucano a vivir en paz».
También señaló: «Se deben a mi solicitud de presencia del Ejército en el Macizo, que responde al clamor de las comunidades que hoy enfrentan una situación crítica de orden público. No es posible, ni justificable que un grupo armado que vive de la ilegalidad, intimidada al pueblo de Caucano. Mi mano no temblará, ni dudará de un segundo, al hacer lo que es necesario para defender a las personas».
El ataque ocurrió casi un mes después de trepar en Cauca y Valle
La mayor escalada terrorista ocurrió el 10 de junio en áreas de Cali, Jamundí y Cauca, dejando a cinco muertos y más de 80 heridos.
Población civil y fuerza pública, objetivos de la guerra de disidentes de la FARC. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
Solo en Cali, esas acciones sangrientas que marcaron la ciudad y el suroeste del país causaron cinco muertos, todos civiles y también que más de cien personas Se verán afectados por los impactos psicosociales y el daño a sus hogares, donde algunos tienen locales comerciales en los primeros pisos.
El equilibrio exacto, según un primer censo llevado a cabo en la oficina del alcalde de Cali con personal de la persona del distrito y con el acompañamiento de la unidad de víctimas hasta el 12 de junio pasado, arroja 151 afectados.
Población civil y fuerza pública, objetivos de la guerra de disidentes de la FARC. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
La Unidad para las Víctimas, encabezada por su director general Adith Rafael Romero Polanco, informa la opinión pública que, desde el primer momento en que Los repudiables ataques terroristas que ocurrieron en Cali fueron conocidos, realizó acciones a través de su dirección territorial en el Valle del Cauca para servir a la comunidad afectada «, informaron en la entidad.
Población civil y fuerza pública, objetivos de la guerra de disidentes de la FARC. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
Las motocicletas de la bomba detonadas por los disidentes del frente ‘Jaime Martínez’ se fueron en su camino Muerte y ansiedad en tres vecindarios de Cali: Meléndez, en la Comunidad 18 del sudoeste de Caladoño, y en los mangos y Manuela Beltrán, del distrito de Aguablanco, en el este de esta capital.
Según este primer censo de afectación, se determinó que en el sector de explosión en los mangos, se registran 52 personas con diferentes tipos y daños a 23 casas.
Población civil y fuerza pública, objetivos de la guerra de disidentes de la FARC. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
Además, en el sector de Meléndez, donde se detonó otra motocicleta de bomba al control remoto, se contaron 40 bienes inmuebles dañados y 52 personas afectadas.
En el vecindario de Manuela Beltrán, a su vez, hay un inventario de 20 familias afectadas y 47 personas con diferentes efectos físicos y psicosociales.
Sin embargo, según el Unidad para las víctimas, hasta ese mismo 12 de junio, «El Ayuntamiento de Cali no había formalizado el Acuerdo de Subsidiaridad, que es el procedimiento que está normalmente a mano para solicitar, primero ante el Gobierno del Valle del Cauca y luego ante la unidad para las víctimas, recursos adicionales para cumplir con una emergencia como la que enfrenta la ciudad».
«Sin embargo, la entidad continuará disponible, la incidencia en el llamado de los escenarios de coordinación institucional establecidos en la ley 1448 de 2011 (Víctimas y la Ley de restitución de la tierra) y la Ley 2124 de 2024 que la reformaron, para proporcionar respuestas apropiadas a las personas afectadas por estos hechos repudiables», dijeron en la unidad.
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