
Desde hace meses, China presiona al mundo entero con uno de sus grandes ases bajo la manga: las tierras raras. La semana pasada volvió a utilizarlas para desequilibrar la balanza del comercio mundial de tecnología e impuso nuevas restricciones a su exportación, pero su ataque tiene un agujero gigantesco. Uno llamado Taiwán.
tierras raras para mi. Ministro de Economía de Taiwán ha revelado que el país no espera que haya un gran impacto por estas nuevas restricciones de China. La razón es simple: esos minerales son diferentes de los metales necesarios en el sector de semiconductores que dominan los fabricantes y plantas de producción de Taiwán.
Taiwán no necesita a China. De hecho, tanto los productos necesarios a nivel nacional para la producción de estos chips como las tierras raras utilizadas en sus procesos de fabricación proceden de Europa, Estados Unidos y Japón. Esto protege al país de la presión que China quiere ejercer con su dominio del segmento de tierras raras.
China intenta forzar la mano. China amplió notablemente los controles de exportación de tierras raras el jueves pasado. Añadió cinco nuevos artículos a su lista de minerales con exportaciones restringidas, pero también impuso nuevos mecanismos de escrutinio para los usuarios de chips. El cambio no es menor: cualquier producto fabricado fuera del país que contenga apenas un 0,1% de materiales de origen chino necesitará una licencia para poder exportarse.
TSMC seguro. Taiwán es la mayor fábrica de chips del mundo y desde hace años cuenta con TSMC como actor importante del sector. La compañía lidera este segmento y se ha convertido en el gran aliado del mundo occidental a la hora de producir chips para la industria de la IA. Las restricciones chinas no parecen plantear peligros futuros para TSMC y otros fabricantes del país, según esas declaraciones.
Pero. Aun así, el ministro de Economía agregó que estos controles adicionales podrían afectar las cadenas globales de suministro de diversos productos. Para aclarar mejor: el impacto directo puede no ser perceptible, pero si, podria ser el indirectoporque por ejemplo los escáneres EUV de ASML utilizan imanes de tierras raras que podrían acabar sufriendo retrasos debido a estas restricciones.
Y cuidado con las «chips maduras». Por ejemplo, chips para vehículos eléctricos y drones. Precisamente China está decidida a dominar el mercado de los circuitos maduros: al no poder competir de momento con la tecnología de fabricación más avanzada, lo que quiere es ser el gran protagonista de chips menos avanzados pero igualmente importantes en industrias como la automoción.
Las restricciones como palanca para negociar. Las medidas de China en este sentido son sólo una parte de esa guerra comercial y tecnológica que mantiene con Occidente y, especialmente, con Estados Unidos. La reacción del gobierno estadounidense no se hizo esperar y Donald Trump anunció aranceles adicionales del 100% a las importaciones chinas. Ambas superpotencias intentan utilizar sus activos para presionar a su rival mientras esperan una solución. negociación inminente: Se espera que Trump y Xi Jinping se reúnan en Corea del Sur a finales de octubre.