
La brutal paliza que un hombre propinó a un perro criole criole de tres meses en una casa ubicada en el vecindario ganador en Villavicencio ha generado una gran ola de indignación y rechazo entre los ciudadanos. Este acto de crueldad no solo ha conmovido a la comunidad, sino que también ha puesto de relieve un problema más amplio relacionado con el maltrato animal en la región.
Los dueños del cachorro no se dieron cuenta de que esa fatídica noche el perro había salido de casa y, al día siguiente, comenzaron a notar su ausencia. Preocupados, iniciaron la búsqueda del pequeño. La situación tomó un giro alarmante cuando algunos vecinos revisaron las grabaciones de seguridad de su hogar y descubrieron que un hombre que vivía en un barrio cercano había golpeado al cachorro y lo había arrojado a una zona boscosa, cerca de una tubería. Esta revelación horrorizó a todos los que la presenciaron.
Max – Perro maltratado en Villavicencio
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Archivo privado
El video grabado muestra cómo el agresor agarra al cachorro por el cuello, llevándolo hacia la puerta como si de un objeto inanimado se tratara. El pobre animal, con claros signos de haber sufrido golpes previos, es sometido a un acto de violencia que destroza la sensibilidad de quienes lo observan. El hombre, al abrir la puerta, golpea la cabeza del perro contra la pared y luego lo lanza, dejándolo en una tubería exterior.
La veterinaria Leidy Murcia, quien se enteró del caso al día siguiente a través de un mensaje de WhatsApp solicitando ayuda, se hizo cargo de ‘Max’, nombre que le habían dado al cachorro. «Me hice cargo de asistirlo, incluyendo algunos de los gastos», comentó la veterinaria. Sus acciones mostraron la importancia de la colaboración comunitaria en situaciones de emergencia animal.
Leidy detalló que ‘Max’ fue encontrado por un vecino que lo vio arrastrándose cerca de un barranco, incapaz de caminar. Tenía los ojos rojos debido a que los vasos sanguíneos habían sido afectados, y su expresión clara reflejaba el dolor que estaba sintiendo en ese momento. Los primeros auxilios ya eran urgentes.
Ante la gravedad de la situación, los propietarios del cachorro contactaron a la policía y, con la evidencia más que suficiente, confrontaron al supuesto agresor, identificado como Alexander José Oliverio Caro, un hombre de nacionalidad venezolana. Según informaron las autoridades, Oliverio Caro admitió haber golpeado al cachorro, alegando que lo hizo mientras se encontraba bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, las circunstancias de su detención se complicaron.
Perro importado en Villavicencio
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Archivo privado
Pese a las evidencias presentadas, como los videos, los agentes informaron que no podían proceder con una detención, ya que el incidente había ocurrido horas antes y no estaba en flagrancia. Esto resultó en la liberación de Oliverio Caro, lo que dejó a la comunidad frustrada y sintiéndose impotente ante el sistema. No obstante, la familia de ‘Max’ procedió a presentar cargos formales ante la fiscalía, aportando las grabaciones como prueba y notificando el caso al grupo de abuso animal del alcalde local. La situación dejó en claro la necesidad de una mejora en las normativas relacionadas con el maltrato animal.
Después del incidente, ‘Max’ fue sometido a radiografías y, tras evaluar su condición, se determinó que no se requerían cirugías en sus pequeñas patas, ya que sus lesiones podrían tratarse con un tratamiento adecuado y reposo. Leidy mencionó que se debía asegurar que el cachorro pasara un mes en tranquilidad, recibiendo medicamentos y terapias para su recuperación.
Quince días después de iniciar el tratamiento, la veterinaria informó que ‘Max’ mostraba una evolución positiva, pudiendo sostenerse de pie, aunque aún estaba en proceso de recuperación completa de una de sus patas. La historia de ‘Max’ se ha convertido en un símbolo de resiliencia y también ha alzado la voz sobre la urgente necesidad de combatir el maltrato animal en la sociedad de Villavicencio.
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