
el municipio de El Plateado, en el municipio de Argelia, volvió a ser escenario de acoso armado la noche del martes 14 de octubre.
El Plataado con cultivos de coca alrededor. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
El hecho ocurrió dos días después de conmemorarse la llegada de la Operación ‘Perseo’, la ofensiva del Gobierno Nacional y las Fuerzas Militares para recuperar de manos de grupos armados esta zona del suroeste del Cauca, en el corazón del cañón del Micay.
El ataque fue registrado alrededor de las 7 de la noche del 14 de octubre, cuando disidentes de las Farc lanzaron dos explosivos desde drones contra la base militar instalada en el corregimiento y luego abrieron fuego con ráfagas de fusil contra los uniformados.
El casco urbano del distrito de El Plateado. Foto:Juan Pablo Rueda/EL TIEMPO
Afortunadamente no hubo víctimas y policías y soldados permanecieron en la base.
Tras el acoso, la Fuerza Pública activó el plan de defensa ante la posibilidad de nuevos ataques, aunque con el paso de las horas no se registraron más enfrentamientos. El hecho, sin embargo, demostró que la estructura disidente ‘Carlos Patiño’ continúa intentando recuperar terreno en esta parte del sur del Cauca.
El parque central frente a la parroquia Divino Niño. Foto:Carolina Bohórquez / EL TIEMPO
Un año después de ‘Perseo’
El ataque se produce apenas un año después de la implementación del ‘Perseo’, lanzado el 12 de octubre de 2024 por el Gobierno de Gustavo Petro con el objetivo de recuperar el control del cañón del Micay, una región históricamente dominada por grupos armados y la economía cocalera.
“Con más de seis meses de planificación, la Operación Perseo se consolidó con el ingreso de 1.400 miembros de la Fuerza Pública y unidades de fuerzas especiales a la localidad de El Plateado, con el propósito de neutralizar las economías ilícitas y garantizar la presencia integral del Estado”, recordó el Ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez.
La intervención, que luego se extendió a municipios como Balboa y El Patía, permitió la captura y neutralización de varios líderes disidentes. Desde entonces, el Ejército mantiene su presencia en el territorio, acompañando programas y proyectos sociales de sustitución de cultivos ilícitos.
Resultados y transformaciones
Según el Ministerio de Defensa, durante este primer año de estrategia se obtuvieron resultados “contundentes”:
Cinco miembros de la disidencia fueron neutralizados, 10 capturados y 13 menores recuperados.
Se destruyeron más de 400 artefactos explosivos improvisados y 350 minas antipersonal, reduciendo el riesgo para la población civil.
También fueron desmovilizados 38 integrantes de estructuras criminales y 122 laboratorios de droga fueron destruidos.
En el balance, el ministerio destacó que el grupo más afectado fue el disidente alias ‘Mordisco’ (responsable del 84% de las acciones), seguido del ELN (16%).
Las cifras también reflejan reducciones significativas en diferentes delitos dentro del cañón de Micay:
Reclutamiento de menores: disminuyó 49 por ciento. Terrorismo: descenso del 29 por ciento. La extorsión se redujo en un 50 por ciento. Los homicidios en zonas urbanas cayeron un 30 por ciento. Enfrentamientos entre grupos armados: reducidos en 75.
Los desafíos persisten
A pesar de los avances, los recientes ataques muestran que los disidentes siguen activos y buscan afectar la estabilidad recuperada en la región. Aun así, el Gobierno insiste en mantener la presencia institucional y social en el territorio.
«En total, la inversión en salud en el Cañón del Micay asciende a 182.000 millones. Transformar territorios tomados por el narcotráfico durante décadas no se logra en un año, requiere perseverancia y unidad del Estado», enfatizó el ministro Sánchez.
MICHEL ROMOLEROUX
Especial para EL TIEMPO
Popayán
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