Antes de solicitar los permisos requeridos por Agencia Nacional de Protección Ambiental (ANLA), la empresa ruta Bogotá SAS ha decidido presentar una solicitud para una extensión de 60 días en cuanto a la concesión del permiso de construcción relacionado con la expansión y mejora de la carretera del norte. Esta prórroga es fundamental para proporcionar información adicional que se considera necesaria durante el proceso de evaluación, especialmente en lo que respecta a la protección del medio ambiente en relación con el proyecto.
La carretera del norte en Bogotá es un proyecto significativo que busca mejorar la infraestructura y facilitar el transporte. Sin embargo, debe cumplir con rigurosas normas ambientales. En ese sentido, el nuevo presidente de ANLA, Irene Vélez, a través de una declaración que fue difundida en las diversas plataformas de redes sociales de la entidad, destacó que se están solicitando especificaciones adicionales. Estas especificaciones incluyen medidas sobre la calidad del agua y la conectividad ecológica entre los humedales de Torca y Guaymaral, que son zonas de vital importancia ecológica en la región.
Por su parte, Miguela Silve, Secretario General de la alcaldía de Bogotá, aclaró que desde la oficina del alcalde no se ha solicitado ninguna extensión relacionada con este asunto. “Hemos cumplido con todos los requisitos establecidos por el gobierno nacional”, afirmó. Silve subrayó la urgencia de contar con la documentación necesaria para avanzar en el proyecto, enfatizando que “tenemos toda la voluntad de que este proyecto continúe, siempre y cuando se cumplan las exigencias tanto ambientales como sociales requeridas”.
Adicionalmente, el Secretario General explicó que el lunes 12, la entidad presentó su respuesta a las inquietudes planteadas por ANLA, asegurando que se satisfacen por completo las preguntas formuladas por la agencia. “La responsabilidad ahora recae en ANLA para revisar de nuevo dicha información”, añadió.
Este proceso es crucial no solo para el avance de la carretera del norte, sino también para garantizar que se lleve a cabo de manera sostenible, respetando las regulaciones ambientales que son esenciales en un país que enfrenta retos significativos en cuanto a su biodiversidad y recursos hídricos. La interacción entre las diferentes entidades gubernamentales y las empresas encargadas de los proyectos de infraestructura es fundamental para lograr un equilibrio entre el desarrollo urbano y la conservación de los ecosistemas.
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