



En Soledad, Atlántico, hay un bloque que año tras año se reafirma como símbolo de excelencia académica. Allí, casi frente a frente, se encuentran dos instituciones privadas que, aunque independientes entre sí, comparten una coincidencia que parece sacada de un cuento infantil. Él Colegio Metropolitano de Soledad 2000 y el Instituto Educativo Técnico Industrial El Milagroso Fueron los protagonistas de los dos máximos puntajes en las Pruebas Sable 11 del 2025 en Soledad, separados por una sola unidad de diferencia (471 y 470 respectivamente), casi tan pequeño como su distancia geográfica.
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Valerie Yulieth de Moya Castillodel Metropolitano, alcanzó 471 puntos, el más alto del municipio. Ángel David Monterrosa Sernade Milagroso, logró 470 puntos, sólo uno menos. En un año donde Soledad superó la media nacional con 252 puntos de promedio, y donde 123 estudiantes superaron la barrera de los 350, estos dos jóvenes se convirtieron en referentes de una transformación educativa que ya no es una promesa, sino una realidad.
Los Milagrosos, la disciplina convertida en vocación
Ángel David Monterrosa llegó a Milagroso en séptimo grado, justo en plena pandemia. Su primer año fue virtual, y el siguiente, presencial pero con mascarillas y distanciamiento. A partir de entonces supo que ya era especial. “Siempre me dije: si salgo de esta, prometo ser lo mejor que pueda en esta vida”, recuerda. Y este hecho parece decirle que lo cumplió.
El Milagroso lleva más de una década en la categoría A+, la ponderación institucional más alta posible. Foto:Cortesía
El rector de los Milagrosos, Daniel Antonio Martínez ArrietaLo había identificado desde el principio como un estudiante talentoso en matemáticas y ciencias. “Ángel vino del cuartel general 2, junto con otros niños brillantes. Se unieron por afinidad, por sana competencia, y eso les dio sus frutos.«, dice. El rector nos cuenta que la filosofía del colegio se basa en valores como el respeto, la tolerancia y la solidaridad, complementados con una estrategia pedagógica de enseñanza. “saber hacer en contexto”.
Una anécdota ilustra el compromiso de Ángel. En el primer simulacro de las pruebas tuvo que ausentarse por un viaje familiar. Su madre pidió personalmente la excusa. “No quería perdérselo, le preocupaba cómo le afectaría académicamente.«, recuerda el rector. Fue el único simulacro en el que no terminó en el podio, y también el único en el que no participó. «Queda para la historia que el que no destacó fue porque no estaba«, dice el rector con una sonrisa sobre su alumno.
Ángel David Monterrosa Serna logró 470 puntos en Saber 11. Foto:Cortesía
Ángel sueña con ser ingeniero civil. Su instinto curioso se destaca de su padre y de su madre que siempre estuvo ahí para él:
Mi madre es alguien que siempre ha estado muy atenta conmigo, siempre me ha apoyado en todo. Ella siempre ha estado ahí para darme una mano y la verdad es que se lo agradezco muchísimo. Mi papá también es un muy buen hombre. Siempre fue un ejemplo a seguir para mí, de hecho siento que la mayoría de mis rasgos actuales los saqué de él, un hombre al que le gusta investigar mucho.
Ángel David MonterrosaAlumno
Además, Ángel cree que una clave fuera de lo académico acabó siendo su entorno. “Existe la frase que dice ‘dime con quién andas y te diré quién eres’ y mi caso es una prueba de que afecta demasiado. Aquí en el colegio en noveno grado conocí muchas personas valiosas, que me inspiraron a mejorar mucho como estudiante y sacar lo mejor de mí, lo que quedó en décimo y en once que culmina con un logro como este”, concluyó el estudiante.
Pero lo que le pasó a Ángel no fue un milagro. Junto a él, una constelación de talentos académicos se levantó en las Pruebas Saber 11, consolidando al colegio como uno de los más destacados del municipio. Daniel David Vesga Durán alcanzó 433 puntos, seguido por María José Ortiz Ávila con 421, Melany Alexandra Betancourt Araque con 415, y Yeiderith Vanessa Ortiz Vásquez con 413. Todos ellos, parte del mismo grupo que el rector Daniel Martínez identificó como “niños con habilidades”, formaron una red de apoyo y sana competencia que elevó sus resultados.
Fachada interna del Colegio El Milagroso. Foto:Cortesía
ellos también se unieron Santiago Rueda Atencio (408), Valerie Johanna Tinoco Navarro (407), Saleth Habid Sánchez Barrios (398), Kalimerio de Jesús Miranda Lemus (393) y Sofía Isabel Viola Hernández (390), completando un cuadro de excelencia que no sólo habla de puntuaciones, sino de esfuerzo, disciplina y vocación. Sus nombres y figuras reflejan el espíritu de una institución que, a través de la formación en valores, ha conseguido convertir la requisito de motivación y aprender con orgullo colectivo.
El Metropolitano, un ejemplo de historia, crecimiento y convicción
A unas cuadras de distancia, Valerie Yulieth de Moya Castillo vive su propia historia de superación. Estudia en Metropolitano desde segundo grado y su llegada no fue nada fácil. «Vengo de una escuela pequeña. Esto era enorme. ¿Dónde estoy, dónde estoy?» No tuve uniforme la primera semana, casi sentí miedo.«, recuerda. Pero pronto comprendió que se encontraba en un lugar donde las demandas formaban parte del ADN institucional.
El Colegio Metropolitano de Soledad 2000 es hoy un referente académico. Foto:Cortesía
el rector Jorge Heriberto Torres Díazuno de los fundadores de la escuela, ha dedicado 38 años a construir una institución que hoy alberga a 3.300 estudiantes en dos días. Desde hace 28 años, el Metropolitano se mantiene en la categoría A+el antes llamado “muy superior”. Pero él mismo admite que el camino no ha sido fácil.
Torres nos cuenta que el colegio comenzó a llamarse ‘Metropolitano’ por el barrio Ciudadela Metropolitana y ‘Soledad 2000’ por el barrio del mismo nombre. Inicialmente se trataba de ubicar la institución con un punto de referencia geográficopero hoy es un referente académico, indistinto de los barrios, pero que no olvida cómo surgió todo:
Al principio se dieron cuenta de que Los chicos no avanzaron académicamente porque tenían baja autoestima. «Muchos decían que sus padres no habían ido a la universidad, que no tenían cómo pagar. Entonces creamos mecanismos para demostrarles que era posible», explica Torres. Su estrategia era clara, era hacer de la educación una necesidad tan vital como el aire o, con el ejemplo que él mismo les da, la comida.
Para que veamos que la educación es un atractivo, una necesidad, nos dicen que la educación es tan necesaria como la comida, el aire, el descanso, el sueño; Es tan necesario que si una persona no tiene una buena educación es como si no tuviera buena nutrición ni oxígeno en el cerebro. Estas comparaciones son vitales para que entendamos mucho más sobre hasta dónde podemos llegar.
Valerie Yulieth de Moya CastilloAlumno
Valerie encarna esa filosofía. Su familia siempre la ha apoyado, la ha visto como una joven inteligente, el primero en muchas cosas. «Soy la primera nieta, la primera hija. Siempre he recibido mucho cariño», afirma. Ese apoyo fue clave para enfrentar los desafíos académicos y emocionales que conlleva sobresalir en una escuela competitiva. Y sí sabe ser la primera: una puntuación de 471 la posiciona como la mejor alumna del municipio de Soledad y uno de los mejores a nivel departamental y nacional.
Valerie de Moya Castillo alcanzó 471 puntos, siendo la más alta del municipio. Foto:Cortesía
Siguiendo esa línea de estar entre las primeras, su elección profesional llegó este año y por ese camino: ingeniería biomédica. Ya cursa el bachillerato en la Universidad Simón Bolívar, y sueña con estudiar en la Universidad del Norte, donde inicia su carrera y Valerie será precisamente una de las primeras.
Valerie dice que pasó una mañana inolvidable. Aunque los resultados de las pruebas estaban programados para publicarse el viernes, un error los publicó el jueves y casi todos sus compañeros lograron verlos antes… excepto ella. El andén se bloqueó y tuvo que esperar, haciéndolo sin dormir hasta la mañana siguiente. Cuando finalmente pudo acceder a ella, la partitura la dejó sin palabras. En medio del silencio, ‘gritó sin emitir sonido’celebró efusivamente en voz baja, tomó una captura de pantalla y la compartió con todos: su familia, sus profesores, su grupo de WhatsApp. La emoción era tanta que sin importar el tiempo, había logrado su objetivo.
Fachada exterior del Colegio Metropolitano de Soledad 2000. Foto:Cortesía
Valerie no estuvo sola en su hazaña. Detrás de su puntaje perfecto en Lectura Crítica, Matemáticas y Ciencias, se encuentra un grupo de estudiantes que también dejaron su huella en las Pruebas Saber 11. Lidis Vanessa Pérez Narváez Obtuvo 452 puntos, con desempeño destacado en Social e Inglés. Andrés Felipe Vega Sabogal Logró 441 puntos, destacando en Matemáticas y Ciencias Sociales. Reinel Jesús Niño Jiménez (428), Juan Sebastián Bermejo Ramírez (422) y Emily Johana Cervantes Quintero (418) completan el grupo de alto rendimiento, cada uno con fortalezas particulares que reflejan la diversidad de talentos en el Metropolitan.
ellos también brillaron Andrés Felipe Herazo Hernández y Ricardo Antonio Celis Herreraambos con 417 puntos, y Valery Yerick Solano Vergara con 411. Estos jóvenes, junto con Valerie, representan el fruto de una cultura institucional que promueve la excelencia, competitividad sana y la convicción de que El conocimiento es una herramienta de transformación.. En sus resultados podemos leer el esfuerzo colectivo de una comunidad educativa que no se conforma con lo básico, sino que aspira a lo extraordinario.
¿Qué tiene ese bloque en soledad?
Lo que une a Valerie y Ángel no es sólo el éxito de sus exámenes, sino la particular proximidad geográfica de sus escuelas en un contexto socioeconómico que, en el papel, no parece ser el más propicio para el desarrollo académico. Jóvenes de estrato 1 y 2 conforman las filas de las mañanas, pero las filosofías de estas dos instituciones les han inculcado la convicción de que la El esfuerzo y la disciplina pueden transformar vidas independientemente del entorno.
En total, 17 alumnos de Metropolitano y 7 de Milagroso superaron los 400 puntos. En un municipio donde históricamente los resultados fueron bajos, estos logros son más que números, son muestras de un cambio que estos colegios buscan reafirmar año tras año.
el alcalde Alcira Sandoval Ibáñez lo resumió así: “Este resultado refleja la perseverancia de nuestros estudiantes, el compromiso de nuestros docentes y el apoyo de la administración«Y es cierto. Pero también refleja algo más profundo: el poder de la educación para romper ciclos, abrir caminos, construir el futuro.
La zona en rojo es el Metropolitano; en azul, el Milagroso, aunque este último tiene más localidades. Foto:mapas de google
No comparten profesores, propietarios y, según sus propios rectores, apenas se miran. Pero sin duda sus historias están unidas por algo más fuerte que lo concreto: la fe en el talento, el trabajo duro y el poder de soñar. Valerie y Ángel son una prueba de que, cuando crees en los jóvenes, cuando les das herramientas y los acompañas, Los resultados no sólo se ven en los puntajes, sino en los destinos que se vuelven a trazar.
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Y tal vez, dentro de unos años, cuando estéis diseñando ciudades o desarrollando tecnología médica, recordaréis que Todo empezó ahí, en aquella cuadra de Soledad.donde sus dos colegios separados por unos metros, por unos muros y hoy por una unidad en el ICFES, Decidieron crecer por separado y eso aún les permitió destacarse juntos.
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