
La historia de AMD está llena de altibajos. Empezaron copiando descaradamente a Intel, tuvieron algunos de sus mejores modelos a principios de siglo, se hicieron con ATI y pasaron por un infierno mientras Intel dominaba con el Dual y el Quad Core. Hace unos años lanzaron sus Ryzen, con los que incluso han conseguido superar a su gran competidor. Ahora quieren volverse imprescindibles para Estados Unidos, que busca ser “soberano” en inteligencia artificial.
¿Sus armas? Dos supercomputadoras que ayudarán a EE.UU. a lograr su objetivo. Y la ambición es… enorme.
Plan de acción de IA. Estados Unidos está invirtiendo una enorme cantidad de dinero con un objetivo: alcanzar la superinteligencia antes que China. La verdad es que los dos países compiten en el mismo sector, pero con objetivos radicalmente opuestos. Estados Unidos quiere conseguir esa AGI mientras China busca una IA barata y funcional para monetizarla lo antes posible.
Con eso en mente, el gobierno de EE. UU. lanzó una iniciativa diseñada para mantener y ampliar el liderazgo en IA. Así, el Plan de Acción de IA busca garantizar que los avances en este segmento sean descubiertos, desarrollados y desplegados en Estados Unidos, fortaleciendo tanto la seguridad nacional como la posición competitiva del país.
Estrategia multimillonaria. Es algo que cuesta un ‘mortero’ de dinero, pero al ser un objetivo de capital permite que aparezcan los fondos para las empresas implicadas. Y mil millones acaban de terminar en las arcas de AMD. Como la empresa y el Departamento de Energía de los Estados Unidos han liberarMil millones de dólares en financiación pública y privada crearán una “infraestructura segura, federada y basada en estándares para la ciencia y la inteligencia artificial soberanas de Estados Unidos”.
Lisa Su es la directora ejecutiva de AMD y ha comentado que sus dos nuevas herramientas permitirán “avanzar en las prioridades más críticas del país en ciencia, energía y medicina”. Además, ha ensalzado el “poder” de las alianzas público-privadas. Y han compartido algunos detalles sobre esas herramientas.
IA de lujo. Por un lado, la supercomputadora Lux AI. Desarrollada conjuntamente por ORNL, AMD, Oracle Cloud Infrastructure y HPE, esta máquina se implementará a principios de 2026 como la primera supercomputadora “AI Factory” diseñada para entrenar, ajustar e implementar modelos fundamentales de IA para acelerar la innovación científica.
Estará impulsado por CPU AMD EPYC y GPU Instinct MI355X, y si lo anterior no quedaba muy claro qué hará, en el comunicado apuntan a centrarse en descubrir materiales revolucionarios (que puedan usarse en nuevos sistemas energéticos en los que China lidera con mano de hierro), acelerar la innovación energética, transformar la biología y la bioseguridad, y fortalecer tanto la seguridad nacional como la resiliencia. En realidad, sigue siendo bastante abstracto.
descubrimiento. Por otro lado, la supercomputadora Discovery. Las GPU que utilizará serán la Instinct MI430X, pero aún no se han presentado las CPU. AMD dice que será un EPYC de próxima generación con el nombre en código ‘Venecia’, y que el conjunto está diseñado para que la nación entrene, simule e implemente modelos de IA.
La idea es que entre en servicio en algún momento de 2028 y su función será ejecutar modelos de IA que, por ejemplo, hayan sido entrenados con Lux. Así, gracias al enorme ancho de banda, podrá impulsar la IA para realizar descubrimientos en energía, biología, materiales avanzados, seguridad nacional e innovación manufacturera. Traducción: Se espera que ayude a diseñar reactores, baterías, catalizadores, semiconductores y materiales críticos de próxima generación.
Algo interesante que ha destacado AMD es que las aplicaciones desarrolladas para Frontier (otro de los superordenadores de Estados Unidos) se pueden trasladar sin dificultad a Discovery gracias a que mantiene el mismo entorno de programación.
AMD e Intel como pivotes tecnológicos. Además de Estados Unidos, el gran beneficiario de esta operación será el Laboratorio Nacional de Oak Ridge, el nuevo hogar tanto de Lux como de Discovery cuando finalice su desarrollo. Y, al margen de los nuevos superordenadores de AMD, esta operación subraya que Estados Unidos considera vitales a estas empresas, junto con Intel o Apple.
No en vano, Intel ha sido protagonista de una de las noticias más ‘curiosas’ de los últimos años al ser la primera compañía desde la crisis de 2008 en la que interviene el Gobierno estadounidense. 5 mil millones de dólares para convertirla en la “fábrica” de semiconductores del país. Una fábrica que puede ser incluso el salvoconducto para una Apple que deberá fabricar en EE.UU. si quiere evitar aranceles.
Al final, los 1.000 millones de AMD no son un caso aislado, sino que Estados Unidos se está dedicando al desarrollo de una tecnología que parece estar marcando la pauta en la investigación mundial en estos momentos.
Imagen | amd
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