
Dos trabajadores de una construcción fueron asesinados. Los setros, que al parecer llegaron buscando trabajo, terminaron disparando a los empleados después de pedir los patrones.
Este trágico suceso tuvo lugar en la calle 10 en el vecindario de El Carmen, en el municipio de Buenavista, al sur del Departamento de Sucre, justo en la frontera con Magangué, en el sur de Bolívar. Este entorno ha sido anteriormente testigo de problemas de seguridad, pero el último incidente ha elevado las preocupaciones de la comunidad.
Los dos hombres asesinados han sido identificados como Offerme Rafael Amell Acuña y Carlos Gustavo Arrieta Jiménez, quienes habían sido contratados recientemente para desempeñarse en las labores de construcción, uno como maestro y el otro como trabajador de la obra.
Las autoridades están tratando el caso con seriedad y manejan actualmente dos hipótesis. Sin embargo, hasta el momento, no se ha recibido una declaración oficial de las autoridades de Sucre sobre el asunto.
Las autoridades no descartan la extorsión
Una de las hipótesis más prominentes sugiere que el asesinato podría estar relacionado con actividades de extorsión. Esta práctica ha proliferado en varias zonas del departamento, especialmente por miembros del Grupo Ilegal del Clan del Golfo, y el municipio de Buenavista no escapa a esta realidad.
Partes del Clan del Golfo llevan a cabo operaciones en esta área de Sucre, extendiéndose también a municipios como San Pedro, Galeras, San Luis de Sincé, San Juan de Betulia, Corozal, así como en toda la región de La Mojana y San Jorge. Esto indica que la violencia tiene raíces profundas en la economía local y afecta el desarrollo regional.
La comunidad se apiñó en la escena. Foto:Redes sociales
Las actividades delictivas de esta organización se centran en la identificación de obras de construcción donde pueden acercarse a los contratistas para exigirles dinero a cambio de ‘proteger’ sus proyectos. Cuando los contratistas no cumplen con las demandas de estas ‘vacunas’, los delincuentes suelen recurrir a tácticas violentas, que van desde la quema de maquinaria hasta ataques directos contra los trabajadores.
Para muchos residentes de Buenavista, esta hipótesis sobre la extorsión cobra fuerza y es un tema que preocupa enormemente.
Por haber alertado a la policía
Otra versión que ha capturado la atención del público sugiere que Offerme Rafael Amell Acuña había alertado a la Policía Nacional sobre un posible ataque planeado por el Clan del Golfo, partiendo de un plan denominado SO. Es un dato alarmante que la información proactiva a veces pueda llevar a consecuencias tan graves como la pérdida de una vida.
El ataque parece haberse llevado a cabo en una granja cercana a Buenavista. Aparentemente, la información oportuna proporcionada por Acuña fue crucial para que la policía evitara ser víctima de un ataque, aunque lamentablemente no logró salvar su propia vida.
Offerme Rafael Amell Acuña y Carlos Gustavo Arrieta Jiménez. Foto:Redes sociales
Según informes de testigos que se encontraban en las cercanías, se escucharon varios disparos antes de que empezara la balacera, lo que sugiere una premura en la ejecución de estos crímenes. En el lugar de la construcción, Offerme Rafael Amell Acuña perdió la vida, mientras que Carlos Gustavo Arrieta Jiménez fue trasladado a un centro de salud, donde, desafortunadamente, falleció durante el traslado.
Ayuntamiento lo siento por el hecho
El Ayuntamiento de Buenavista ha emitido un comunicado lamentando profundamente este trágico suceso. En su declaración, expresaron: “Rechazamos fuertemente los asesinatos que ocurren en nuestro municipio y expresamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas. Este hecho impacta a toda la comunidad”.
“Desde la administración municipal, tomaremos medidas concretas para reforzar el orden público y la seguridad ciudadana, en coordinación con las fuerzas del orden”, reafirmaron, demonstrando que hay un compromiso por parte del gobierno local para combatir la delincuencia.
A pesar de que las autoridades de Sucre han logrado asestar golpes significativos al Clan del Golfo, incluyendo la captura de líderes y perpetradores de crímenes, la violencia persiste, lo que indica que el camino hacia la seguridad es largo. Además, las autoridades han observado un aumento en los actos delictivos en otras áreas, como el abigeato en municipios como El Roble, también en el sur del departamento.
Este fenómeno delictivo incluye la matanza de ganado en granjas, con el objetivo de robar la carne, lo que refleja el alcance de la ley de la selva que está presente en ciertas zonas. Recientes sucesos en una finca en Tolú, en el Golfo de Morrosquillo, también resaltan la gravedad de la situación.
Las autoridades en Sucre están en estado de alerta ante estas incursiones de grupos criminales que operan de manera casi impune en diversas regiones del departamento. Es un desafío que requiere un enfoque multifacético para la seguridad, la justicia, y el desarrollo comunitario.
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