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Se está escribiendo menos ciencia ficción que nunca, y la falla no tiene la falta de ideas o la falta de lectores

Se está escribiendo menos ciencia ficción que nunca, y la falla no tiene la falta de ideas o la falta de lectores

El interés en la ciencia ficción literaria se encuentra en un descenso alarmante. Un fenómeno que una vez dominó las calles literarias está siendo desplazado por los subgéneros de fantasía que capturan la atención del gran público, como es el caso del Romantasía. Obras que antaño se coronaban como best-sellers se han convertido en raras aves en las estanterías de las bibliotecas, sugiriendo un género que lentamente está desapareciendo. Este cambio suscita la pregunta: ¿cómo es posible que un género tan popular esté hoy en un estado de languidez? ¿Qué ha cambiado en las últimas décadas que han visto al género de la ciencia ficción convertirse en el rey entre los mundos de fantasía?

Descenso en ventas. Al explorar los hábitos de lectura contemporáneos, The Washington Post ha revelado un dato preocupante: solo el 12% de los lectores muestra interés en la ciencia ficción. Este porcentaje ha disminuido notablemente, y el análisis de las cifras de ventas en los Estados Unidos muestra una tendencia descendente. Según indicios dados por Publishers Weekly, solo un libro del género ha logrado entrar en el top 10 anualmente: ‘Balada de pájaros y serpientes cantando’, que es, de hecho, la secuela de uno de los más grandes éxitos de la década anterior, ‘The Hunger Games’.

El auge del Adulto joven. En las dos décadas pasadas, la ciencia ficción nunca había tenido tal auge en ventas, gracias a obras distópicas y juveniles. Durante este tiempo, 12 títulos del género se posicionaron en las listas de best-sellers de los años 2000 y en el comienzo del siglo actual, incluyendo sagas icónicas como ‘The Hunger Games’, ‘Divergent’, ‘The Host’ y ‘A Time Fold’. También hubo un espacio significativo para la ciencia ficción dirigida a adultos, impulsada por este estado receptivo hacia el género, con obras de renombradas figuras literarias como Stephen King y Michael Crichton a la cabeza.

El dominio del Romantasía. Los mismos lectores que antes se interesaban por distopías juveniles ahora se están orientando hacia géneros como la fantasía ligera y Romantasía. Este giro en las preferencias está reflejado en las listas de ventas; en los pasados dos años, libros del género como ‘Alas de Blood’, ‘Un tribunal de rosas y espinas’ o ‘Sangre y ceniza’ han dominado las posiciones más altas. Autores como Rebecca Yarros y Sarah J. Maas han logrado un nivel de reivindicación en el mercado que recuerda las hazañas de los grandes nombres del pasado como hemos visto.

Avalancha de medios. La cuestión del declive del interés en la ciencia ficción se ve fácilmente atribuida a un cambio evidente en las preferencias del público. Un factor clave detrás de este fenómeno es el ecosistema mediático actual: las audiencias parecen satisfacer su anhelo de ciencia ficción a través de películas y series, formatos que son más rápidos y menos exigentes en términos de tiempo. Paradójicamente, la omnipresencia de la ciencia ficción y la fantasía en el mainstream audiovisual ha jugado una mala pasada a las obras literarias: ¿quién tiene ganas de leer sagas de ciencia ficción cuando puede ver sus adaptaciones cinematográficas de manera mucho más espectacular?

La distopía en el horizonte. Desde una perspectiva sociológica, el interés en la ciencia ficción podría haberse desvanecido simplemente porque nuestra realidad ha avanzado más allá de lo que la ficción puede imaginar. Es un comentario mordaz el que sostiene que la realidad ha superado a la ficción, algo que puede observarse en obras como ‘Blade Runner’ o en la moderna interpretación de ‘La historia de la criada‘. Para la generación Z, que se enfrenta a un futuro incierto y a menudo desalentador, es natural que busquen el escapismo romántico de obras como ‘Alas de Sangre’, en lugar de verse confrontados con las crudas realidades de narrativas como ‘1984’, que parece haber cobrado vida a nuestro alrededor.

Crisis creativa. A este panorama sombrío se añade una crisis creativa que está afectando a la cultura actual, y el género de la ciencia ficción particularmente. La mayoría de las producciones exitosas en taquilla y en ventas de libros son secuelas o parte de franquicias. Tal tendencia es preocupante, dado que la ciencia ficción siempre ha sido un campo fértil para la innovación y la toma de riesgos. Con esta falta de frescura y originalidad, el medio corre el riesgo de estancarse. Como señala Orson Scott Card, en un artículo titulado ‘¿Nos enfrentamos al final de la ciencia ficción?‘, “todas las historias realmente buenas dentro de la ciencia ficción ya se han contado”.

¿Hay esperanza para el género? Orson Scott Card menciona en su artículo que uno de los problemas del género es que la ciencia actual abre menos puertas a formatos narrativos diversos, como los viajes espaciales o las guerras interestelares. La ciencia se ha vuelto más enfocada hacia aspectos teóricos y complejas. No obstante, existen escritores innovadores como Greg Egan, Liu Cixin o Ted Chiang que, aunque un poco alejados del gusto popular, están empujando los límites de lo que puede ser la ciencia ficción. Tal vez esta sea la clave: ¿importa realmente si un libro entra en las listas de los más vendidos, si el género continúa evolucionando y generando ideas frescas?

Encabezado | Daniel en No acertado

En | Los 25 mejores libros de ciencia ficción

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