Un juez de control de garantías puso Julián Eduardo Cifuentes Gómez tras las rejas como presunto responsable del crimen del cura y párroco de la iglesia Perpetuo Socorro de PereiraDarío Valencia Uribe, ocurrido en abril del año pasado.
Luego de 19 meses del asesinato del sacerdote, Cifuentes fue enviado a prisión, ya que este hombre había huido a París, Francia, donde fue detenido y recién fue extraditado a Colombia hasta el pasado jueves.
Cartel con el que buscan al cura Darío Valencia antes de encontrar su cuerpo. Foto:archivo privado
Según el relato del fiscal del caso, El 25 de abril de 2024 el párroco Valencia se reunió con Cifuentes y ambos viajaban en el mismo vehículo, una camioneta Subaru que estaba a la venta.
“Usted viajaba en compañía del sacerdote Darío Valencia de la parroquia Perpetuo Socorro de Pereira, y el sacerdote Valencia estacionó el vehículo mientras conversaba con usted. Usted, aprovechando que la víctima se encontraba descansando al timón, le disparó cuatro veces con una pistola semiautomática calibre 7,65 mm en la espalda, provocándole la muerte.«, narró el fiscal.
Julián Eduardo Cifuentes Gómez, presunto asesino de Darío Valencia Uribe. Foto:policia nacional
El fiscal especializado de La Sección de Risaralda le imputó los delitos de homicidio agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, piezas o municiones; y ocultación, alteración o destrucción de pruebas materiales.
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“Al momento de provocar la muerte del padre, tomaste su cuerpo y lo escondiste para desaparecer en un abismo. Estas situaciones fácticas fueron hechas de manera consciente y voluntaria. Querías aprovechar haber traspasado el vehículo que supuestamente le habías comprado al padre días antes y, en ese sentido, aprovechar eso.“dijo el fiscal durante las audiencias.
El crimen del cura pereirano, Darío Valencia Uribe, ocurrió en abril del año pasado. Foto:policia nacional
Cifuentes se habría reunido con el cura para concertar el pago de 30 millones de pesos por la compra de la camioneta, pero, según la investigación, le disparó cuatro veces a Valencia y luego arrojó su cuerpo en una zona rural de Belalcázar (Caldas) para evitar que fuera localizado.
Luego llevó el camión a un lavadero de autos para quitar manchas de sangre y otras pruebas, y finalmente viajó a Francia para escapar de las autoridades colombianas.
Tras meses de búsqueda por parte del párroco, no fue hasta septiembre del año pasado cuando se encontró el cuerpo de Valencia tras la confesión que Cifuentes hizo desde París.
Las audiencias se realizaron de manera virtual con un fiscal y un juez de Pereira, pero el detenido se encuentra en Bogotá.
Padre Darío Valencia, 59 años. Fue visto por última vez el jueves pasado. Foto:archivo privado
Según el abogado Renato Marín, quien representa a la Diócesis de Pereira como víctima en el proceso, Cifuentes deberá permanecer recluido en un penal de máxima seguridad en Bogotá debido a la gravedad de los cargos y la connotación del caso.
Aunque el hombre confesó el homicidio mientras estaba detenido en Francia, Durante las primeras audiencias guardó silencio y sólo respondió lo que el juez le preguntó. Precisamente esta confesión es una de las pruebas con las que cuenta la Fiscalía en este proceso para esclarecer este delito.
Laura Sepúlveda
Armenia, Quindío
Especial para EL TIEMPO