

El Santiago Bernabéu acogió este fin de semana su primer partido de la NFL, con más de 78.000 aficionados dispuestos a presenciar el enfrentamiento entre los Miami Dolphins y los Washington Commanders. Pero más allá del espectáculo deportivo, el evento también fue un escenario en el que se pudo comprobar un choque cultural bastante destacado, sobre todo si atendemos a algunas de las reacciones de los usuarios americanos que asistieron al partido.
Y los estadios europeos y americanos responden a filosofías completamente diferentes sobre cuál debe ser la experiencia del aficionado que acude a los partidos, y este evento lo ha demostrado.
¿Qué ha pasado? El encuentro dejó comentarios y opiniones de todo tipo sobre cómo se ha traducido la experiencia de la NFL en España, más concretamente en el Santiago Bernabéu. En este sentido, miles de aficionados estadounidenses que viajaron a Madrid se encontraron con una realidad muy distinta a la de sus estadios.
El palabras de Jack Settleman, fundador de Snapback Sports, se volvió bastante viral este fin de semana en X. «Los estadios internacionales nunca parecen estar preparados para la cantidad que consumen los estadounidenses», señaló. De acuerdo a afirmalos grifos de bebidas se agotaron rápidamente, al igual que la comida, y cree que la infraestructura no estaba diseñada para un fácil acceso a los puestos de comida ni para una movilidad fluida entre los puestos.
Contraste entre experiencias. Por supuesto que hay diferencias. Los estadios americanos están diseñados como centros integrales de entretenimiento donde los aficionados pueden pasar más de tres horas y media disfrutando no sólo del partido, sino de todo lo que lo rodea. En Europa, los estadios suelen concebirse como espacios para ver el deporte que se juega durante el partido, sin muchos más lujos.
«La experiencia deportiva europea es muy diferente a la americana», comentó Colono. Incluso detalles aparentemente insignificantes como la falta de portavasos en los asientos sorprendieron a algunos fanáticos, incluido el propio Settleman.
Números. A pesar de las diferencias logísticas, el impacto del evento fue notable. Más de 40.000 personas Acudieron a una fanzone de los Dolphins entre el jueves y el sábado, mientras que la tienda temporal de la NFL en el Bernabéu recibió entre 5.000 y 10.000 visitas en los días previos al partido. Venta inicial de entradas registró 700.000 dispositivos diferentes intentando comprar entradas para un aforo de poco más de 78.000 espectadores.
Según el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el partido ha generado más de 70 millones de euros en ingresos económicos para la capital española, incluyendo venta de entradas, turismo y otros aspectos económicos del evento.
la comida. Si algo generó auténtica polémica fue la oferta gastronómica. En X había una publicación que llamó mucho la atención, y en el que se veía un bocadillo de jamón ibérico con poca chicha que, según el usuario, se vendía por 10 euros. Los comentarios de varios usuarios españoles no se hicieron esperar, calificando de «vergonzosa» la gestión. Para muchos aficionados estadounidenses, acostumbrados a una gran variedad de opciones y a un servicio rápido durante los partidos, se encontraron con una realidad incómoda en el Bernabéu.
Sin embargo, no todo fue malo. Y otros visitantes Se destacan aspectos muy positivos. de Madrid, como la gastronomía fuera del estadio, la hospitalidad de sus habitantes o el atractivo de la ciudad como destino turístico.
¿Qué hay detrás? El partido del Bernabéu forma parte de la estrategia de expansión internacional de la NFLque ya ha celebrado reuniones en Londres, México, Munich, Frankfurt, São Paulo, Berlín y Dublín. Para la liga estadounidense, estos eventos representan un trabajo generacional. Jon Barker, ejecutivo de la NFL declarado al Washington Post que la organización no tiene idea de cómo será el fútbol estadounidense a escala global dentro de 100 años, pero que cada partido internacional es un paso en esa dirección.
La NFL invirtió 2,32 millones de dólares en la adaptación temporal del Bernabéu: ampliaron vestuarios, eliminaron filas de asientos para ampliar el campo de 105 a 109 metros, crearon nuevos accesos y eliminaron toda presencia visual del Real Madrid durante el acto.
Dos modelos, dos públicos. Un día después del partido, Settleman matizó sus palabras iniciales en un mensaje largo: «He estado haciendo muchas observaciones, entiendo que Internet puede confundir esto con opiniones. La experiencia europea de no centrarse en las concesiones me parece buena, simplemente es diferente a la de Estados Unidos.»
Reconoció que el Bernabéu está entre los cinco mejores estadios que ha visitado, aunque sin nada extraordinario en cuanto a experiencia durante el partido. También admitió que la energía que rodea a los partidos internacionales de la NFL es «una experiencia imprescindible», con una vibra fresca y positiva.
Si nos atenemos a los números, la liga genera unos 23.000 millones de dólares anuales frente a los 45.100 millones que mueve nuestro fútbol sólo en Europa, según Deloitte. Ambos deportes ahora están explorando otras regiones: el fútbol europeo está invirtiendo fuertemente en Estados Unidos, mientras que la NFL también está explorando otros horizontes. Queda por ver cómo este deporte norteamericano enfrenta las diferencias culturales en otros rincones y si su expansión internacional encontrará o no muchos obstáculos.
Imagen de portada | Jack colono
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