



No quiero presionar a nadie, pero quedan 24 días para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso Zurich 2025. Probablemente sea la prueba más importante del año para los maratonistas del panorama nacional. Valencia se ha convertido en un referente dentro y fuera de nuestras fronteras para los corredores más avanzados.
Pero también se ha convertido en el escaparate perfecto para seguir ganando adeptos en un mundo donde se multiplican los grupos de corredores para todos los niveles. cafeterías especializadas con clubes de corredores y, teléfono en manolos nuevos fieles de una religión que parece no tener techo.
Nuevos fieles que son bombardeados con nuevos planes de formación, con los beneficios del método noruegomarcas de ropa que han entendido el concepto con una clara girar hacia el diseño y la moda o con canales de YouTube en los que se analizan las últimas novedades en calzado, las últimas espumas revolucionarias y la placa de carbono más compleja.
Y entre números que ya superan las tres cifras, el reloj GPS de última generación y la camiseta que pesa 35 gramos, a veces nos olvidamos de que correr, que es correr, se corre con los pies. Y lo que vestimos es clave para evitar lesiones.
Así lo sostiene Marta Molina, doctora en traumatología, quien en declaraciones a abecedario Advierte: debemos cambiarnos de calzado cada 700 kilómetros.
Un gran «depende»
«Cada corredor tiene una biomecánica diferente. Detectar desequilibrios o una mala técnica de apoyo puede prevenir futuras lesiones (…) Las lesiones más frecuentes que vemos en consulta durante estas semanas (previas a la cita valenciana) son tendinopatías de Aquiles, sobrecargas en gemelos, fascitis plantar o molestias en rodilla y cadera derivadas de un exceso de entrenamiento o de un calzado inadecuado»
Como corredor con una década a mis espaldas, diré que he pasado por todos y cada uno de esos conceptos en algún momento. En forma de lesiones o molestias, pero no se me ha escapado ninguno de esos diagnósticos en el camino. Y lo que es peor, tengo la sensación de que la mayoría de los que se inician en este deporte pasan por algún tipo de molestia de este tipo.
No debería ser así pero normalmente no nos damos cuenta del error hasta que nos topamos con la pared. Molina habla de calzado inadecuado y cambiarlo después de 700 kilómetros. Y sí, es un problema común. Ya sea por invertir poco dinero inicial o por querer estirar la goma de un producto (el de las zapatillas de running) cuyo PVP se ha situado por encima de los 150 euros en buena parte del mercado.
Dani Navarro, trabajador de bikilaUna de las tiendas más reconocidas del país. «Nuestro feedback de los clientes es que las zapatillas de entrenamiento suelen durar entre 700 y 900 kilómetros. Siempre puede haber excepciones por pura biomecánica, corredores que no llegan a ese kilometraje o que por tener una técnica muy depurada los superan con creces».
En runneaUn medio especializado en este deporte, se hizo eco de un estudio en el que señalaban que las zapatillas de entrenamiento comenzaban a perder parte de sus propiedades y eficacia a partir de los 400 kilómetros pero que los corredores no percibían la disminución del rendimiento hasta los 640 kilómetros. El problema es que el primer aviso suele ser una molestia.
Navarro también señala dos detalles importantes. Lo primero es que habla de «zapatos de entrenamiento». Lo segundo es que pone el foco en las espumas. «El kilometraje podría ampliarse un poco si se rotan los zapatos, especialmente para aquellos que corren a diario. De esta manera los materiales no se desgastan tanto y no se aplastan tanto».
Estos dos puntos son claves, especialmente con la llegada del nuevas espumas que ofrecen un tacto mucho más suave y reactivo pero cuya vida útil también está en duda. Las llamadas “zapatillas de entrenamiento” están recomendadas para personas que se inician en el deporte porque son las que más protegen los músculos y resultan más cómodas para ir a ritmos lentos. También son utilizadas por corredores experimentados cuando quieren acumular kilómetros de preparación. Cuanto menor sea el peso y mejor la técnica, más kilómetros podrás sacar de las zapatillas.
El catálogo es muy amplio y variado, desde las clásicas Saucony Triumph o Brooks Glycerin con un tacto ligeramente más firme hasta las omnipresentes y muy suaves Nike Invincible, que se han ganado un lugar en los corazones por su infinito acolchado.
Pero tanto Molina como Navarro coinciden en el mismo punto: exceder el kilometraje El uso de zapatos aumenta el riesgo de lesiones. Es más probable que el zapato se vuelva más inestable y las articulaciones y los músculos se enfrentarán a un desafío mayor. Además, hay que tener en cuenta qué compras y por qué.
Navarro recuerda que hay «zapatillas mixtas» diseñado para correr un poco más rápido, afrontar planes de entrenamiento con series o cambios de ritmo (los famosos fartleck). Se prevé que estos zapatos tengan una vida útil media de unos 600 kilómetros. Zapatillas entre las que encontramos clásicos como las Adidas Adizero Boston, las míticas Nike Pegasus o las más modernas New Balance Fuelcell Rebel.
En el extremo superior en precio y exigencia muscular se encuentran las «zapatillas de competición», prendas diseñadas para rendir al máximo de nuestras posibilidades pero con una vida útil muy corta «de 300 o 400 kilómetros», estima el experto de Bikila.
El máximo representante de esta última opción fueron las Adidas Adizero Pro EVO, unas zapatillas de 138 gramos con las que Tigst Assefa bate el récord mundial de maratón femenino y que la propia compañía alemana avisó de una vida útil de una única competición y del rodaje previo de la adaptación del corredor. Precio de salida: 500 euros y unidades limitadas.
Una categoría que antes estaba dominada por los volantes agresivos con entresuela de media punta y donde ahora reinan espumas de tamaños salvajes y placas de carbono, una nueva tendencia que inauguraron las Nike Vaporfly y que los competidores han replicado con las Adidas Adizero Adios Pro, las Saucony Endorphin Elite o las más llamativas Hoka Cielo X o las galácticas Puma Fast R Nitro Elite.
La mejor forma de tener claro cuándo debemos cambiarnos de calzado es sencilla: anotar los kilómetros u optar por alguna de las muchas aplicaciones en las que se cuenta el número de kilómetros que hemos hecho con ellos. de Strava a Garmin.
Esto puede parecer una tontería cuando empiezas a correr pero no lo es tanto. Aunque el corredor suma tiradas no muy largas, de entre cinco y diez kilómetros, llegar a los 700 kilómetros es cuestión de 70 largadas en este último caso. Si ponemos tres salidas por semana, hablaremos de 23 semanas. Es decir, dentro de medio año empezaremos a entrar en la zona roja y peligrosa. Si hablamos de una carrera de cinco kilómetros, hablamos de renovar las zapatillas cada año.
Y por último, igual de importante es saber que zapatos elegir. Ten muy claro qué son las «zapatillas de entrenamiento» (ideales para iniciarte en el deporte) y qué las diferencia de las más atractivas y instagrameable Zapatos «mixtos» o «de competición».
«Lamentablemente hay gente que viene con una idea inadecuada, muy condicionada por lo que ha visto en redes sociales o YouTube. Aunque es gente que está empezando o lleva poco tiempo en ello, mucha gente ya pide calzado mixto o incluso algún calzado más agresivo, de competición. Eso es un error, más aún si es una persona que está empezando y quiere zapatos para el día a día», afirman desde Bikila.
Foto | Valencia Ciudad del Running y adidas
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