Por: Alicia Sánchez Gómez
Nueva York, 14 nov (EFE).– La orquesta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía debutó este jueves en Estados Unidos con un concierto en el prestigioso Carnegie Hall de Nueva York, en el que presentó la batuta del director colombiano Andrés Orozco Estrada.
Más de setenta jóvenes músicos de la escuela, acompañados por quince integrantes de la Joven Filarmónica de Colombia, interpretaron para el público el programa ‘Viaje al Nuevo Mundo’, que incluyó un total de tres piezas y un bis final con toque español.
El espectáculo contó entre sus espectadores con la Reina Sofía, que ataviada con un elegante traje rosa, vio el concierto desde uno de los balcones del teatro y estuvo acompañada por la presidenta del colegio, Paloma O’Shea.
Al igual que la emérita, presidenta de honor de este conservatorio, en el Carnegie estuvieron presentes otras personalidades, como la máxima responsable del Banco Santander, Ana Botín.
El Carnegie: una oportunidad para crecer
El debut de la escuela en el Carnegie supuso un impulso no sólo para el conservatorio, sino también para sus alumnos, ya que otros músicos famosos como Maria Callas, Tchaikovsky y los Beatles actuaron en el escenario del teatro.
Entre bastidores, consciente de su valor histórico, Orozco destacó a EFE la «valiosa oportunidad» de tocar en la sala.
«Es una maravillosa oportunidad para seguir creciendo y aprendiendo. Para eso estamos aquí y también para seguir compartiendo con el público», afirmó entusiasmado.
El violinista también destacó la importancia de que los jóvenes músicos «demuestren su calibre en una sala tan importante» y «en una ciudad como ésta», cuna de otras instituciones musicales de prestigio.
Con él coincidió Pablo Millanes, director de Relaciones Externas y Marketing del colegio, quien calificó el concierto como «un hito» en la historia de la institución y una manera de «respaldar» la labor de la entidad, que fue fundada hace 35 años.
Sus alumnos también reconocen la oportunidad de tocar en el Carnegie, que la violinista Cecilia Novella, originaria de Valencia y alumna del Colegio Reina Sofía, calificó de «legendario»: «Por aquí han pasado muchos artistas famosos… y ahora estamos nosotros», remarcó sin poder ocultar la emoción en su voz.
Un repertorio con toque español
En total, más de 1.600 personas asistieron al que también fue el debut en Carnegie de Orozco, quien dio sus primeros pasos en la sala entre vítores y aplausos del público.
Orozco, que eligió para la ocasión un traje negro con camisa blanca y sin corbata, sonrió ampliamente a los espectadores antes de lanzarse a interpretar ‘El Puerto’, una de las piezas que componen la suite ‘Iberia’ del español Isaac Albéniz.
Siguiendo el ejemplo del colombiano, los músicos del teatro evocaban las calles y el ruido de la localidad gaditana de El Puerto de Santa María que Albéniz intentó describir en sus partituras.
La actuación de los jóvenes recibió una fuerte ovación del público, que recibió con la misma energía al violinista francés Renaud Capuçon, protagonista de la siguiente pieza, ‘Concierto para violín, Op.14’, del estadounidense Samuel Barber.
Con la ayuda de la Escuela Reina Sofía y la Filarmónica de Colombia, Capuçon creó una atmósfera íntima que poco a poco fue explotando ‘in crescendo’ en un tremendo final que fue fuertemente aplaudido por el público.
Aunque la última pieza que apareció en el feuilleton ‘Sinfonía nº 9’, más conocida como ‘Sinfonía del Nuevo Mundo’, de Antonín Dvořák -que se estrenó precisamente por primera vez en el Carnegie Hall en 1893-, el broche final de la velada fue ‘La boda de Luis Alonso’ de Gerónimo Giménez, traída de España, definida como elemento extra, traída de España.
Tras ‘La boda de Luis Alonso’, el colombiano y la orquesta de músicos se despidieron del Carnegie entre vítores del público, que se puso de pie y celebró con euforia haber realizado ese «viaje al nuevo mundo» sin moverse de sus sillas. EFE