Francia recuerda este jueves el décimo aniversario de los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015, los más mortíferos jamás perpetrados en su territorio. Esa noche, una serie de ataques coordinados en varias partes de París (incluida la sala de conciertos Bataclan, las terrazas de cafés y restaurantes y los alrededores del Estadio de Francia) dejaron 130 muertos y 368 heridosen un episodio que sumió al país en el horror y marcó profundamente a la sociedad francesa.
Estos ataques, reivindicados por el grupo Estado Islámico, se convirtieron en los más sangrientos de la década de 2010 en Europa, un período marcado por una ola de violencia yihadista en varios países del continente. Diez años después, Francia rinde homenaje a las víctimas y recuerda las heridas que, para muchos, siguen sin cicatrizar.
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