Barcelona, 13 nov (EFE).- Juan Pablo Escobar, hijo del famoso narcofundador del cartel de Medellín, publica la novela gráfica ‘Escobar, una educación criminal’, en la que repasa su infancia entre delincuentes y con la que pretende contar que la de su padre no es una historia de éxito, pues él «crea conciencia» mientras Netflix «glorifica».
En una rueda de prensa celebrada este miércoles en Barcelona, el arquitecto y escritor colombiano señaló que ante el «cansancio» por la saturación del nombre de su padre, «que hoy genera más noticias que cuando estaba vivo y matando gente», ha querido hablar de su vida con este cómic: «Ahora el protagonista soy yo».
Acompañado de Pablo Martín Farina en el guión y de Alberto Madrigal en la ilustración, Escobar rememora en la novela (publicada por Norma Editorial) algunos de los episodios que vivió con sus «niñeras», hombres de confianza de su padre que lo cuidaban a diario, por lo que la figura de Pablo Escobar no aparece hasta el final de la obra.
Escobar ya había abordado la figura del célebre narcotraficante en un documental y algunos libros de no ficción, pero optó por el formato de novela gráfica para contar su infancia asociando el cómic con la infancia.
Destacó que «no es fácil hablar de tanta violencia» y tuvo que encontrar el coraje de explicar su propia historia porque «no todos los niños del mundo crecen rodeados de matones».
Pablo Escobar, padre y mafioso
El hijo del criminal colombiano se refirió a su relación con su padre quien, si bien no estaba en el día a día, «era un tipo muy presente». «Tengo cartas semanales escritas a mano que enviaba desde la selva. Era un padre muy presente a pesar de su ausencia de casa», recuerda.
Juan Pablo Escobar también recordó las contradicciones que vivió durante su infancia, como que su padre lo educara en valores: «Él me enseñó a decir por favor y gracias, mientras ordenaba matar gente y era un terrorista. A veces era el padre y otras veces era el mafioso».
También que el responsable del «80% del comercio de cocaína en el mundo» explicó a su hijo que «la cocaína es un veneno» y que debe ser valiente y decir no a la droga.
Ahora, Escobar Jr., que considera el dinero del narco una maldición e insiste en que ser millonario no le ha hecho feliz, centra su trabajo en «inutilizar el pensamiento» de los jóvenes que ven la historia de su padre como una historia de éxito.
Activismo contra el narcotráfico
«Estoy creando conciencia, glorificando a Netflix. Son las mismas historias pero desde un ángulo diferente», dijo Escobar, quien prefiere pensar en las ramificaciones de lo que escribe.
Por eso, cuando ve a jóvenes tatuados con el rostro de su padre, les dice: «Te equivocas, hermano, si ves en mi padre a un hombre exitoso». El éxito duró cinco minutos, murió a los 44 años.
«Preferiría morir antes que repetir la historia de mi padre», confesó, antes de explicar que había conocido a más de 150 familias víctimas de la violencia de su padre, porque «a través del perdón podemos cambiar el presente y el futuro».
«Mi padre se saltaba muchos semáforos en rojo y me multaban», añadió.
Finalmente, el hijo de uno de los mayores narcotraficantes de la historia analizó el estado actual de la lucha contra las drogas en la que está inmerso el Estado colombiano.
«La prohibición no funciona, fumar tampoco. Hemos hecho esfuerzos estériles porque es un problema de salud pública que se está afrontando militarmente, entonces creo que hay que revisar las políticas públicas», aconsejó Escobar.
«Las estrategias fueron como echar agua al jardín, porque así funciona el prohibicionismo. Ojalá prohíban mi cómic, así venderé muchos más ejemplares», afirmó el autor de ‘Escobar, una educación criminal’. EFE
