Después de varios días de haber ocurrido en Medellín la ‘Feria Popular de Brujería’, evento que tuvo lugar en el Claustro Comfama de San Ignacio, El evento sigue dando de qué hablar.
Y días antes de realizarse, varios sectores de la ciudad rechazaron este evento y criticaron a la Caja de Compensación por difundirlo y llevarlo a cabo.
Desde la recogida de firmas para su cancelación hasta la presencia de grupos religiosos en el lugar donde se celebró para protestar mediante gritos y arengas, el evento generó una serie de reacciones tanto a favor como en contra.
Al respecto, David Escobar Arango, director de Comfama, dio a conocer una carta pública en la que se refirió a esta polémica.
«Empiezo con disculpas. Los términos ‘brujería’, ‘brujas’ y ‘amuletos’, que tienen significados positivos en algunos espacios, Asociados a la relación con la naturaleza, la espiritualidad o los relatos de mujeres sabias y poderosas, no son entendidos del mismo modo en algunos otros sectores. Para ellos, estos mismos términos hablan de maldad y daño a las personas», comienza la carta del directivo.
Agregó que un proyecto cultural como Comfama busca que los colombianos reconozcan sus diferencias, aprendan a convivir en paz y amplíen sus horizontes intelectuales, existenciales y estéticos; no debería haber utilizado palabras que dividan y polaricen.
Hubo enfrentamientos verbales entre las partes. Foto:Jaiver Nieto Álvarez.
«Por esto y las consecuencias que trajo, ofrezco, personalmente en mi calidad de director y en nombre de nuestro equipo directivo, mil disculpas. El encuentro se podría haber llamado ‘Espiritualidad, naturaleza y abolengo’, por poner sólo un ejemplo, porque realmente fue de eso de lo que se habló y pasó«, aclaró Escobar.
Asimismo, aclaró que este evento no tuvo nada que ver con el mal y que quienes asistieron no encontraron nada de lo que supusieron las personas que se quejaron.
Dijo que en la feria hubo música del Pacífico, algunos cantautores y que el coro polifónico de Medellín interpretó música sacra, entre otras.
Decenas de personas asistieron al acto frente al Claustro de Comfama. Foto:Jaiver Nieto Álvarez.
Respecto a las conferencias y conversaciones, el hombre dijo que allí escuchó hablar sobre la cocina como un ritual familiar y comunitario; de cómo en otras épocas las mujeres supuestamente eran quemadas como ‘brujas’ cuando en realidad tenían una conexión profunda y sabia con la naturaleza.
Otros temas fueron: la «magia» del lenguaje; de las prácticas espirituales de las comunidades afrocolombianas e indígenas; sobre el papel de la mujer en las sociedades tradicionales y cómo en cada cultura existen rituales para celebrar momentos importantes para las personas, las familias y las comunidades.
Grupos de católicos se reunieron para rechazar el evento. Foto:Jaiver Nieto Álvarez.
«Me permito proponer, por otro lado, una reflexión sobre la importancia de la cultura para construir confianza y fortalecer la democracia. La diversidad natural y cultural son quizás las características más impresionantes de Colombia. Sin embargo, vivir en esta diversidad requiere una cultura ciudadana particular. Esta cultura ciudadana requiere urgentemente un proyecto educativo y cultural nacional amplio e inclusivo. Necesitamos más conversaciones sobre nuestro origen, nuestra identidad y nuestro futuro. Necesitamos comprender mejor a la humanidad y sus culturas. En un mundo interconectado y en un país tan diverso, debemos aprender a reconocer al otro, al diferente, al marginado, al que piensa y no cree como nosotros pensamos y en lo que no creemos.«dice la carta.
Y agregó: «¿No creen que ante una polémica como esta todos perdemos si sólo nos maltratamos con nombres como ‘herejes demoníacos’ por un lado, y ‘ladrones retrógrados’ por el otro? ¿No es esta una oportunidad para reflexionar sobre cómo queremos tratarnos unos a otros?».
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