Probablemente Nexperia no nos suene familiar. No fabrica teléfonos ni ordenadores, pero sus pequeños chips están presentes en buena parte de los dispositivos. Durante años fue una empresa discreta con sede en Holanda y propiedad de la empresa china Wingtech, alejada de los focos mediáticos. Todo cambió este otoño, cuando el Gobierno holandés tomó temporalmente el control de su gestión alegando motivos de seguridad económica, y pocos días después China prohibió a su filial exportar parte de sus productos. En apenas una semana, una empresa invisible se convirtió en el epicentro del nuevo pulso tecnológico entre Europa y Pekín.
La medida del Gobierno holandés no fue una expropiación, pero sí una medida sin precedentes. El Ministerio de Asuntos Económicos invocó el Ley de disponibilidad de activosuna ley de 1952 creada para garantizar el suministro de bienes esenciales. Con ello asumió poder de veto sobre decisiones estratégicas. En paralelo, La Cámara Empresarial de Amsterdam nombró un administrador independiente y derechos de voto reorganizados para garantizar la supervisión. Según el ejecutivo, se trataba de garantizar que la empresa mantuviera su producción en Europa y evitar cualquier transferencia de conocimientos sensibles fuera del continente.
El control holandés sobre Nexperia tiene un alcance muy específico. El Estado no es propietario de la empresa, pero puede vetar decisiones estratégicas, cambios de dirección o movimientos que modifiquen su estructura en Europa. A través del administrador independiente designado por un tribunal, el Gobierno tiene voz directa en la gestión y puede frenar cualquier decisión que considere un riesgo para el suministro o la seguridad tecnológica. La supervisión se ha establecido por un período inicial de un año, aunque no está claro si el seguimiento podría extenderse más allá de ese período.
Veto a las exportaciones. Pocos días después de la decisión holandesa, China reaccionó con una medida que golpea directamente a la filial asiática de Nexperia. El Ministerio de Comercio vetó la exportación de determinados “componentes y subconjuntos terminados” fabricados en territorio chino, tanto por la propia empresa como por sus proveedores. El bloqueo no afecta su mercado interno, pero limita parte de las rutas comerciales hacia Europa y América. La compañía ha confirmado que busca un acuerdo con las autoridades chinas para revertir el veto.
Impacto en la cadena de suministro. La planta de Nexperia en Guangdong es uno de sus centros más grandes, con una capacidad de decenas de miles de millones de piezas al año. La orden china afecta precisamente a esa instalación y a sus proveedores locales, lo que restringe los envíos internacionales. Nexperia mantiene activas sus fábricas en Europa y el sudeste asiático, lo que podría ayudar a mitigar los efectos del bloqueo. De momento, la compañía asegura que la producción y los pedidos europeos continúan con normalidad.
Respuestas oficiales: Tras la decisión del gobierno holandés, Nexperia anunció que cooperará plenamente con las autoridades e implementará los cambios de gestión ordenados por el tribunal. Wingtech, su matriz china, habla de “una intervención excesiva basada en un sesgo geopolítico en lugar de una evaluación de riesgos basada en hechos” por parte de los Países Bajos. Desde Beijing, el Ministerio de Asuntos Exteriores denunció la politización del tema y prácticas discriminatorias contra empresas chinas
Cronología para entender el caso de un vistazo. En apenas dos semanas, el caso Nexperia pasó de ser una decisión administrativa a convertirse en una pelea diplomática entre Europa y China.
- 30 de septiembre de 2025: El Ministerio de Asuntos Económicos de los Países Bajos invoca por primera vez la Ley de disponibilidad de mercancías aplicar medidas de supervisión sobre Nexperia.
- 4 de octubre de 2025: El Ministerio de Comercio de China prohíbe a Nexperia China y sus subcontratistas exportar ciertos “componentes y subconjuntos terminados” fabricados en el país.
- 7 de octubre de 2025: La Cámara Empresarial de Ámsterdam suspende al director ejecutivo, Zhang Xuezheng, y nombra a un administrador independiente con poder de decisión sobre la empresa.
- 12 de octubre de 2025: El Gobierno holandés anuncia oficialmente la activación de la ley y el marco de control sobre Nexperia.
- 14 de octubre de 2025: Nexperia reconoce el veto impuesto por Beijing y afirma que está manteniendo conversaciones con las autoridades chinas para resolver el bloqueo. ⠀
El episodio deja más preguntas abiertas que respuestas.. China no ha publicado una lista detallada de los productos afectados, y la información disponible proviene del comunicado de Nexperia del 14 de octubre. Tampoco se sabe si la supervisión holandesa finalizará dentro del plazo anunciado o si podría extenderse. En última instancia, la empresa opera entre dos regulaciones opuestas, sin un margen claro para una normalidad estable.
Un conflicto, puntos de vista opuestos. Los Países Bajos sostienen que actúa para la seguridad económica y para proteger las capacidades tecnológicas consideradas estratégicas. China, por su parte, interpreta la medida como una forma de discriminación que busca frenar su avance industrial. Entre ambas posiciones, la compañía intenta mantener el equilibrio en un consejo que se ha vuelto tan político como tecnológico. Lo que está en juego no es sólo el futuro de Nexperia, sino el papel que Europa quiere desempeñar en la nueva geografía de la tecnología.
Nexperia no es un jugador menor. Desde su sede en Holanda coordina una red global de más de 12.500 empleados y fabrica miles de millones de componentes cada año para industrias que van desde automóviles hasta electrónica de consumo. Sus chips, invisibles para la mayoría, son parte del tejido técnico que sustenta gran parte de la economía digital. Esa escala explica por qué lo que comenzó como una medida nacional ha terminado resonando en un debate global sobre control, dependencia y poder tecnológico.
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