
En un trágico acontecimiento, se reportó la muerte de dos personas debido a un conflicto que involucró al barco de la Armada Peruana, ‘Bap Ucayali’, y una empresa de plataformas fluviales conocida como Carbonally. Este desafortunado incidente tuvo lugar cerca de la ciudad de Iquitos, en la región de la Amazonía peruana, y ha generado una profunda conmoción en la comunidad local.
Las víctimas han sido identificadas como los colegas Brand 3 Art. Gonzalo Apaza Huanca y el oficial de marzo del 3 de marzo, Mot. José Antonio Francisco Morales. Ambos formaban parte de la tripulación de la Armada y su pérdida ha sido confirmada en un comunicado oficial. El comandante solicitante de la unidad, el primer Juan Miguel Dávila Arévalo, se encuentra en un estado de incertidumbre, ya que aún no se ha logrado localizarlo tras el accidente, lo que aumenta la preocupación entre sus compañeros y familiares», anunció la Armada peruana en el comunicado oficial emitido tras el siniestro.
El incidente se produjo aproximadamente a las 03:00 horas del sábado (10:00 en la Península de España) en la desembocadura del río Amazona, donde la colisión entre el barco militar, el BAP Ucayali, y el barco peruano derivó en el hundimiento del último. Gracias a los esfuerzos realizados, se logró rescatar a hasta 30 miembros de la tripulación, quienes ahora están a salvo, pero aún bajo el impacto emocional de la tragedia que acaban de vivir.
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El barco BAP Ucayali, que se encontraba en misión oficial, había estado participando en la celebración del día binacional XVI entre Perú y Colombia, que se llevará a cabo en 2025. En la fecha del incidente, el barco navegaba desde Iquitos hacia el puerto de Leguis, ubicado en territorio colombiano, con una escala comunitaria prevista en su itinerario.
«Lamentamos profundamente el trágico accidente con el BAP Ucayali durante su tránsito a través de la cuenca del río Amazonas», indicó la Armada de Colombia en su comunicado, expresando sus condolencias y su solidaridad con el pueblo peruano en este momento difícil.
Los informes de testigos presenciales señalaron que, en el momento de la colisión, la visibilidad era extremadamente baja debido a las intensas lluvias que afectaban la zona. Esta situación dificultó la detección del barco grande que estaba anclado en el área, lo que llevó a que el radar del buque no lograra advertir su presencia. La influencia de una cadena de anclaje fue un factor determinante que provocó que el barco peruano se hundiera por completo, lo que ha dejado a muchos en estado de shock y desconsolados ante la pérdida de sus colegas.