Qué pasó
- Petro afirmó que en uno de los barcos bombardeados por fuerzas estadounidenses en el Caribe habría ciudadanos colombianos a bordo, y sugirió que el ataque era una agresión contra América Latina, no sólo una operación contra el narcotráfico.
- En respuesta, la Casa Blanca exigió a Petro que se retractara de esa declaración, calificándola de “infundada y reprobable”, para restablecer un diálogo productivo entre Washington y Bogotá.
- En su contraargumento, Petro llamó al gobierno estadounidense a revelar los nombres y nacionalidades de las personas afectadas por los misiles en el Caribe, para comprobar si su afirmación es “infundada”.
- Además, fuentes no oficiales consultadas por Los New York Times Señalaron que podría haber colombianos entre las víctimas de al menos uno de los ataques, lo que añade un matiz al debate.
Trascendencia
- La tensión refleja un creciente distanciamiento diplomático en momentos en que EE.UU. retira ciertos apoyos o certificaciones a Colombia, como en el ámbito de la lucha antidrogas.
- También muestra una disputa sobre narrativa y legitimidad: Petro quiere imponer que los ataques deben ser transparentes y que cuando hay ciudadanos colombianos involucrados, el Estado tiene que responder; Estados Unidos exige cautela y pruebas antes de aceptar acusaciones.
- A nivel internacional, la controversia puede afectar la cooperación bilateral en seguridad, comercio y diplomacia, dependiendo de cómo evolucione la disputa pública y las pruebas que presente cada parte.
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