

Dicen que una mañana de octubre, cuando el Sol de madrid Tan pronto como las antiguas piedras del Gran víaUna brisa cálida y colorida cruzó el océano desde el Caribe colombiano. No era una tormenta ni viento. Era el espíritu de 44 Carnavalquien llegó bailando con cumbia, garabato y mapalé, y posó en el corazón de España como Una flor que se niega a marchitarse.
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Los reyes Sharon Hurtado Esquiaqui y Luis Mauricio AragónLos embajadores de la alegría y la gente de Barranquilla, se convirtieron en protagonistas de un capítulo mágico en el Parade of Hispanicity en Madrid. Según su propio testimonio, no fue solo una presentación, fue Un viaje culturalUna historia tejida con lentejuelas, plumas de avestruz y el eco de la batería que retumbaron como si fueran El Caribe se golpea a sí mismo.
El 44 Carnival culminó por ahora su agenda cultural de la mejor manera posible. Foto:Cortesía
Reina Cayena y el rey de los reptiles
Sharon flotó con su vestido, una oda a la flor de Cayena, que parecía haber sido tejida por las manos del viento y el sol. Rojo intenso como las puestas de sol de Puerto Colombiacon destellos de oro que recordaban los pistilos de las flores, y una cola de pétalos que se desplegó como un movimiento en movimiento. Cientos de cristales cálidos brillaban como Firefly por la noche, mientras que las franjas artesanales y Gallo y las plumas de avestruz completaron el hechizo.
«Hoy siento que la Cayena floreció en Madrid», dijo la reina, con la voz emocionada. Y no, tal vez no exageré. En cada paso, en cada turno, en cada sonrisa, Sharon tejió un puente intangible entre el Caribe y Europaentre nuestra tradición y fantasía.
A su lado, Luis Mauricio Aragón, Rey MomoParecía fuera de un libro de aventura colonial. Su traje evocó el tiempo de la conquista, pero con un giro inesperado: Fui adornado con referencias a las más de 600 especies de reptiles que habitan a Colombia. Su sombrero, coronado con plumas multicolores, fue un tributo a la riqueza ornitológica del país. Era como si la jungla hubiera decidido vestirse y desfilar a Madrid.
“Este disfraz es una forma de mostrar al mundo el verdadero tesoro que siempre nos ha pertenecido: Nuestra naturaleza y nuestra cultura«Dijo King Momo, con el orgullo de quién sabe que lleva más que tela y adornos: Se necesita historia, tiene identidad.
Luis Mauricio Aragón, Rey Momo, estaba adornado con referencias a reptiles que habitan a Colombia. Foto:Cortesía
Nativos de Macondo: El ritmo que cruzó las fronteras
Junto a ellos, el grupo Nativos de MacondoCon más de 30 años de historia en Madrid, llenó la vía de ritmo con Cumbia, Garabato y Mapalé. Era como si la batería hubiera aprendido a hablar español con un acento caribeño característico y Cada paso de baile fue una palabra bienvenida.
La ovación fue inmediata. No solo los colombianos aplaudieron. Los españoles, los latinoamericanos y los turistas se unieron con una sola voz, gritando los nombres de los reyes, celebrando la magia que habían traído. «El amor se desbordaba«Dijo el Rey Momo». La recompensa de este viaje «, agregó la reina.
La historia continúa
Este viaje no fue La culminación de una serie de celebraciones que han marcado el calendario cultural de Barranquilla. Desde los primeros eventos del Carnaval 44, la ciudad ha vibrado con comparación, desfiles, Coronaciones y tributos que han mantenido viva la llama de la tradición.
Y ahora, esa llama cruzó el mar. La participación en el viaje de la hispanidad marca un hito: es la primera vez que el 44 Carnival está presente en este evento internacional. Y ya se sabe que no será el último. Gracias al intercambio artístico, el grupo nativo de Macondo será un invitado especial al carnaval del 44 en 2026, consolidando un puente cultural que se une al Caribe colombiano con el Comunidad latina en Europa.
Este viaje fue la culminación de una serie de celebraciones del calendario cultural de Barranquilla. Foto:Cortesía
Durante su estadía en MadridLos Kings también participaron en una feria comercial organizada por el Ministerio de Colombia y el Ministerio de Asuntos Exteriores. Allí, en él Jardín de talentosCompartieron con los empresarios colombianos y demostraron que el carnaval no es solo arte, sino también oportunidad, emprendimiento y conexión.
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Por lo tanto, como en las mejores historias, el Carnaval 44 no terminó el desfile. Sembró en tierras distantes, floreció en corazones extraños y dejó una promesa en el aire: regresar, crecer, unirse. Porque cuando el Caribe canta, el mundo escucha. Y cuando el Cayena floreció en Madrid, todos sabían que la fantasía era real.
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