
Viniendo de diferentes regiones del país, más de 300 empresarios, bajo el lenguaje de creatividad e innovación, muestran un mundo posible a través de creaciones sostenibles y amigables con el medio ambiente.
Desde productos para el hogar, hasta cosméticos y alimentos, son parte de las muestras que estas personas presentan en el gran escaparate verde, en la Plazoleta de San Francisco (Centro de Cali), en el marco de la Semana de la Biodiversidad, que irá hasta el domingo 5 de octubre.
Incluso con el amor de la madre
Cristian Daza le pareció que los encurtidos preparados por su madre, la señora Lola, eran «de otro nivel». Entonces, junto con ella, dio la tarea de liderar un emprendimiento con productos orgánicos y agroecológicos con una amplia variedad de sabores que van desde lo exótico hasta lo tradicional. Algunos de ellos, el atún antipasto o un atasco con dosis picante, que muestran un esfuerzo por mostrar más que la amplia variedad de frutas que germinan en las tierras de Cundinamarca.
Cristian Daza, gerente de camioneta Doña Lola, Bogotá Company. Foto:José Antonio Minota Hurtado / The Time
«Tenemos una variedad de frutas y verduras exóticas que se compran directamente a nuestros agricultores, con las cuales hacemos creaciones como antipastos, que tenemos de tres clases: vegetariana, con atún y picante. También manejamos frutas en almidón, como este cóctel de frutas, que pueden tener kiwi, caramel, piña, mango, guava, uchuva y pezones pisos.
Esta empresa, bautizada como en escabeche, la Sra. Lola, tiene un equipo de aproximadamente ocho personas en la capital del país. Actualmente tienen una planta de producción que trabaja materias primas y procesos con protocolos de atención ambiental, y especialmente, sin elementos químicos.
Para Daza, quien es el gerente general de emprendimiento, este tipo de iniciativas son valiosas para el cuidado que tienen con el planeta y la naturaleza: «Es consciente de que está contribuyendo a una economía circular, impacto social y atención médica».
Bicicletas de madera, herencia de Juan Palos
Juan Manuel Linares es un artesano de Honda, Tolima, quien decidió seguir el patrimonio artístico de su padre en carpintería y gestión de la madera. Aunque desde la infancia vio a su padre trabajando en la fabricación de muebles para el hogar y la oficina, decidió que una forma disruptiva de continuar su legado de Juan Palos era crear bicicletas de madera.
«Quería contribuir con algo al tema de la movilidad sostenible y ahí es donde surge el tema de las bicicletas forestales completamente sostenibles y certificadas», explicó Linares.
Hasta el 5 de octubre, puede ver empresas en la Plazoleta de San Francisco. Foto:Gobierno del Valle del Cauca y el alcalde de Cali
Explicó que desarrollan bicicletas para niños entre 2 y 4 años, incluso para adultos, con precios que oscilan entre $ 320,000 y 5 millones de pesos.
Uno de los puntos innovadores de su empresa es que algunos tienen motor eléctrico, para que el ciclista «tenga una experiencia mucho más atrevida y libre».
Dada la duda sobre la resistencia de la madera en este tipo de vehículos, Linares asegura que haya sido respaldado durante un año como un producto resistente y adecuado para el manejo.
Hace hincapié en que el trabajo de las bicicletas es muy minucioso y artesano, por lo que en el año crean alrededor de 28 bicicletas.
Más allá de crear bicicletas, el emprendimiento Juan Palos se mide a todo en madera, como manualidades, recuerdos, etc.
Juan David Moreno, de Yow Cannabis, destacó su compromiso con las empresas verdes. Foto:José Antonio Minota Hurtado / The Time
Té de cannabis para mejorar el sueño
Juan David Moreno, un profesional en negocios internacionales, y su equipo de trabajo de Yow Cannabis, habían estado en su centro de investigación de cannabis durante varios años, aprovechan las propiedades del té y otras plantas, para mejorar la calidad del sueño de muchas personas, así como el estrés y la ansiedad.
Como resultado de esta preocupación, un té hecho con hierbas medicinales y un cannabis no psicoactivo, el primero aprobado por el Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos).
«Es una infusión aromática que mezcla cinco plantas: manzanilla, valor, cidrón, toronjil y cannabis, formando un solo sabor», explicó Moreno.
Obtener la invima para darles la bendición no fue un proceso fácil. Recordó que tenían que «educarlo». “Trabaja con ellos y con científicos, médicos, ingenieros … en un desarrollo bastante amplio, donde pudimos encontrar la planta que nos dio los beneficios para que pudiéramos satisfacer a nuestros clientes.
Yow Cannabis no solo quiere permanecer en el té, sino que también señala el tema del café, por lo que encuentran un producto para ir pronto al mercado.
«Ya tenemos la notificación de salud del café. En este momento, lo único que somos es terminar los métodos de filtración y algunos problemas de empaque y ya los llevamos al mercado. Es un café que podrá ayudar a las personas que sufren hipertensión pueden consumirlo sin ninguna contraindicación», explicó.
Para Moreno y su compañía, que también trabaja con los campesinos de Cauca en los problemas de restitución de la tierra, considera que trabajar en productos verdes «ayuda enormemente en el cuidado del organismo, la persona y el tema ambiental y sostenible. Además, el empaque es biodegradable, por lo que la idea es buscar una economía verde donde podemos contribuir con la atención del medio ambiente».
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