




La fecha exacta de los trabajos para reabrir el kilómetro 18 del camino hacia la llanura aún no se ha determinadoEn Chipacue, Cundinamarca, después de que el resbalón masivo ocurrió el 6 de septiembre. Esto fue declarado por Alberto Mariño, presidente de Proindosa, con el concesionario Coviandina.
Mariño explicó que esto El nuevo punto crítico presenta desafíos técnicos significativamente más altos que los que se enfrentan anteriormente.
«El problema es mucho más difícil de resolver porque la masa del suelo que se desliza es mucho más alta que la que colapsó en el kilómetro 58. El kilómetro 58 es más fácil de manejar que el del kilómetro 18», dijo el ejecutivo.
La sección entre Boquerón y Cáqueza siempre ha sido la más compleja de los 96 kilómetros del camino por dos razones fundamentales: la pendiente pronunciada y la composición geológica del suelo.
Este material tiende a deslizarse fácilmente y es lo que genera los flujos de tierra de gran magnitud.
Alberto Mariño, Presidente de Proinea, de la concesionaria Coviandina.
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Mariño explicó que En este sector no hay roca firme, sino coluvión, una mezcla de tierra y roca apoyada con espesores muy altos.
«Ese material tiende a deslizarse fácilmente y eso es lo que genera el flujo de gran magnitud», explicó.
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Inestabilidad agravada por factores humanos
Desviaciones por trabajos en el camino a la llanura Foto:Archivo privado
Para la inestabilidad natural, hay factores de origen humano que han exacerbado la amenaza. Mariño dijo que el Esquema de Planificación Territorial (EOT) de Chipaco establece que el área de deslizamientos de tierra es una gran amenaza y, por lo tanto, no debería haber cultivos. Sin embargo, desde 2016 hasta la fecha, «el número de cultivos y construcciones en el área ha aumentado», dijo.
Hay cultivos con riego sin control, canales improvisados por campesinos, depósitos en la parte superior y construcciones que no siempre cumplen con las licencias requeridas. «Todo eso produce infiltración de agua en el campo y acelera los deslizamientos de tierra», lamentó el presidente de Proindos.
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Estamos hablando de un deslizamiento de tierra de enorme magnitud, agravada por la cantidad de agua que se infiltra y la presencia de comunidades en el área
Alberto Mariño, Presidente de Proinea, de la concesionaria Coviandina.
Desviaciones por trabajos en el camino a la llanura Foto:Archivo privado
A diferencia del colapso en el kilómetro 58, según el gerente, esto se encuentra en un punto donde Los suelos son más difíciles de manejar y la pendiente es más alta. La masa en movimiento ya ha alcanzado el lecho de río Une, que aumenta exponencialmente la complejidad de la mitigación y los trabajos de eliminación.
«Estamos hablando de un deslizamiento de tierra de enorme magnitud, agravada por la cantidad de agua que está infiltrada y por la presencia de comunidades en el área», dijo Mariño.
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Secado tentativo y plazos
El camino simple sigue siendo un dolor de cabeza para los conductores. Foto:CityTV
Para iniciar la eliminación del deslizamiento, es esencial Solo después de esta etapa puede comenzar con la eliminación de la Tierra para habilitar el camino.
Mariño prefería no proporcionar cifras específicas sobre el monto de los recursos necesarios para poner en funcionamiento el corredor de la carretera. Sin embargo, dijo que el proceso de secado y eliminación de la Tierra podría tomar unos dos meses.
Por lo tanto, si se cumplen todas las condiciones, tanto en el territorio como en el climático, Mariño estima que el proceso de eliminación de escombros y tierra se completa hacia fines de 2025.
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Las pérdidas son millonarias
A través de la llanura Foto:Archivo privado
Mientras tanto, los 22 días, que se completan este domingo 28 de septiembre, de dificultades en la movilización a través de la llanura, generada por este voluminoso diapositivo del kilómetro 18 del Mail principal que se conecta a Villavicencio con Bogotá, Ha generado pérdidas para la región que los sindicatos estiman a 700 mil millones de pesos Y eso ha afectado especialmente los sectores de turismo, comerciales y de transporte, así como los bolsillos de los ciudadanos.
Solo los primeros nueve días de cierre total desde que, el 6 de septiembre, cuando ocurrió el colapso, habían generado pérdidas diarias estimadas por la Cámara de Comercio de Villavicencio en 60,000 millones de pesos, que disminuyeron a partir del 15 de septiembre con la apertura de la carretera, pero con pasos restringidos, a los que se agregaron las protestas de los transportadores de carga y comunidades afectadas por la compleja comunicación de la carretera.
Uno de los golpes más difíciles para el deporte y el turismo en esta región fue la decisión de la Asociación Panamericana de Atletismo de Cancele el atletismo panamericano que se cumpliría del 3 al 5 de octubre en Villavicencioen el que se esperaban más de dos mil personas entre atletas y delegados de 30 países del mundo.
Documario del periodista Jineth Bedoya. Foto:
Nelson Ardila
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