
El secuestro de la comunidad Eybar Albán Liz Quiguanás, del refugio indígena de Santa Rosa de Capicisco, en Inzá, tiene alerta y movilización de las comunidades del este de Cauca. Han pasado cinco días desde que los hombres armados lo sostuvieron en el sector conjunto, cuando viajaba en un autobús de servicio público con su madre. Desde entonces, su paradero es incierto y la demanda de su liberación inmediata ha subido a las organizaciones internacionales.
Los disidentes del frente ‘Dagoberto Ramos’ tendrían a la comunidad joven en su poder. Foto:Joaquín Sarmiento. AFP
Según la historia de la madre, la angustia era absoluta en el momento del secuestro.
«Pusieron a mi hijo en un auto, me dijeron que no estaba contigo y lo llevaron», dijo la mujer angustiada.
Las autoridades indígenas atribuyen el secuestro a la estructura ‘Dagoberto Ramos’ de los disidentes del FARC, activo en esa región de Tierradentro.
La Asociación de Cabiles de Inzá se pronunció categóricamente.
«Exigimos que el grupo armado ilegal de FARC respete la vida y la integridad de la comunidad secuestrada y proceda a su pronta liberación sin condiciones, respetando los derechos humanos y el derecho humanitario internacional», dice el comunicado.
Asamblea permanente y control territorial
En respuesta al hecho, las ocho autoridades del territorio indígena de TAM declararon la asamblea permanente. Consideran que este episodio no está aislado, sino parte de lo que llaman un «exterminio físico, cultural y de gobernanza» contra sus pueblos.
Desde el 24 de septiembre, la comunidad y la guardia indígena hacen giras territoriales para encontrar el paradero de Eybar Albán y ejercer presión sobre su regreso.
Los derechos humanos de la ONU en Colombia apoyaron las acciones de la Guardia Ancestral y le pidieron al gobierno nacional que se articulara con las autoridades indígenas para fortalecer la búsqueda.
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Por su parte, el alcalde de Inzá, Delio Trujillo, advirtió la preocupación de que en menos de 15 días dos secuestros ya se han registrado en el área.
Este hecho ocurrió el 9 de septiembre, cuando Elver Jorge Baicué, miembro del esquema de protección colectiva del territorio de Turminá, fue tomado por la fuerza por hombres armados del frente de ‘Dagoberto Ramos’.
Los pueblos indígenas han demostrado contra ataques a sus comunidades. Foto:Mauricio Moreno / tiempo @mauriciomorenofoto
En varios municipios del este de Caucano, se han llevado a cabo plántulas y marchas humanitarias, en las que las comunidades indígenas y campesinas aumentan su voz en defensa de la vida, la libertad y la paz.
Petición a la comunidad internacional
Las autoridades indígenas plantearon una llamada urgente a la oficina del Fiscal General, el Defensor del Pueblo, el Mapp-OEA, la ONU y el CICR para adoptar medidas inmediatas que protejan la vida de Eybar Albán. También solicitaron que estas instituciones coordinaran las acciones conjuntas con jurisdicción indígena para garantizar su liberación.
La desaparición del joven es parte de una serie de eventos violentos que han afectado a Cauca en los últimos días. En la región, las amenazas constantes persisten contra líderes y miembros de la comunidad debido a la presencia de múltiples actores armados ilegales.
En el área, las operaciones son llevadas a cabo por el ejército. Foto:Archivo privado
Operativo y captura en Cauca
Paralelamente al drama del secuestro, las autoridades informaron la captura de AKA Harold, indicada como líder de las redes de apoyo de la estructura ‘Jaime Martínez’, otra facción disidente del FARC.
Según el general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, este hombre participó en al menos cinco ataques con drones cargados de explosivos, motocicletas y autos de bombas en Jamundí (Valle), quien dejó a una policía muerta y un soldado muerto, además de docenas de heridos entre uniformados y civiles. La captura tuvo lugar en el norte de Cauca.
El alias Harold también estaría vinculado a la extorsión contra los cultivadores de hojas de coca y las presiones a las comunidades para llevar a cabo la fuerza pública. Después de más de nueve años de experiencia criminal, se puso a disposición de las autoridades para conciertos para cometer fines terroristas.
Escalada de violencia
Estos eventos ocurren en medio de una ofensiva de grupos armados ilegales. Coincidiendo con la conmemoración de la muerte del alias mono Jojoy, en diferentes municipios de Cauca y el acoso, ataques y explosiones del valle.
En Santander de Quilichao, los drones cargados de explosivos abrumaron áreas urbanas, generando pánico entre los habitantes. En Toribío y Jambaló, las bases militares fueron el objetivo del acoso con artefactos explosivos. En Caloto y otros lugares, los brotes se escucharon kilómetros de distancia.
La violencia también llegó a Cali, donde un ataque afectó las instalaciones de INPEC.
Muerte del alias Camilo
Paralelamente, se conocía la muerte de AKA Camilo, identificada como Leider Tumbo Pacho, líder de la estructura ‘Dagoberto Ramos’, señaló ser uno de los sesgos más temidos de esa organización. Según las autoridades, estaría detrás del asesinato del maestro y líder indígena Emanuel José Oca Cuspian, así como múltiples homicidios selectivos, extorsión y robos en el norte y este de Cauca.
Su muerte ocurrió en la aldea de La Trap, en Caloto, aunque todavía no hay claridad sobre las circunstancias, ya que el ejército nacional no ha emitido un pronunciamiento oficial.
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