
Un total de 12 municipios en el departamento de Huil han informado sobre los severos efectos ocasionados por el crecimiento repentino, los deslizamientos de tierra y las inundaciones. Estas condiciones han provocado daños significativos en viviendas, obstrucciones en carreteras y alteraciones en los servicios públicos, todo derivado de la constante lluvia que ha azotado la región.
A pesar de que los riesgos naturales no han resultado en la pérdida de vidas humanas, la alerta permanece vigente. Es crucial que la población siga las recomendaciones emitidas por las autoridades municipales y departamentales para mitigar cualquier posible impacto adverso y mantenerse a salvo.
En este contexto, el municipio de Garzón ha reportado ser el territorio que ha sufrido la mayor afectación. Esta situación se ha visto acentuada por un repentino crecimiento de aguas en una zona que lleva el mismo nombre, afectando a muchas familias que residen en el área.
Las intensas lluvias han dejado a más de 100 familias aisladas en las altas Bruselas del Ayuntamiento, creando así una situación crítica. Asimismo, el crecimiento de La Burrera Ravine ha hecho que muchas familias queden incomunicadas debido a la obstrucción de dos caminos principales.
Otros territorios, como San Francisco, Kabujal, Alto Cabuyal, Bajo Cabuyal, Santa Inés, Porvenir y El Map, también han sufrido las consecuencias de estas inclemencias. En particular, el puente que conecta el pueblo de Palmarito y la lista de Acueducto Bokatoma en el pueblo de Santa Inés han sido severamente afectados.
El alcalde de Pitalito, Yider Luna, ha declarado el estado de emergencia, lo que le permitirá gestionar los desastres naturales de manera más efectiva y establecer los recursos necesarios para brindar asistencia a las familias afectadas. Además, el Ministerio de Educación ha solicitado la suspensión de clases en 14 asientos rurales hasta que se emitan nuevas notificaciones y se garantice la seguridad de los estudiantes.
En el municipio de Garzón, también se ha registrado un crecimiento significativo del río Las Ceibas, lo cual ha provocado la acumulación de sedimentos y el cierre del bokatoma, añadiendo problemas al ya complicado suministro de agua municipal.
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Por otro lado, en Santa María, el crecimiento de las rosas ha dejado a una mujer herida y muchas casas se han visto inundadas. Los deslizamientos de tierra en Briceño y Santa María han afectado la estructura de cuatro viviendas, mientras que senderos como Labud y San Joaquín se han vuelto intransitables debido a los bloqueos en las carreteras.
En total, cuatro crecimientos repentinos han impactado negativamente en la infraestructura de cuatro puentes destinados al tráfico de vehículos, además de dañar tuberías aceductoras y arrastrar dos vehículos. La carretera que conecta Pitalito y Palestina sigue cerrada mientras se llevan a cabo labores de recuperación. Además, los municipios de Palermo, Nataga y Elija reportan deslizamientos de tierra que han ocasionado cierres de carreteras, ya sea de forma parcial o total, complicando aún más la situación en la región.