
En cada rincón del planeta, el 21 de septiembre se convierte en un recordatorio universal de que la paz no es un ideal distante, sino un objetivo posible y necesario. Este año, la Asamblea General de las Naciones Unidas invita a la humanidad a unirse bajo el eslogan «Ley ahora para un mundo pacífico» («Actúa ahora para un mundo pacífico»)Un llamado urgente para construir sociedades justas, solidarias y de violencia.
El día busca no solo detener los conflictos armados y las tensiones sociales, sino también sembrar gestos de reconciliación diarios: desde la resolución pacífica de un desacuerdo familiar, hasta el impulso de iniciativas comunitarias que promueven el respeto y la cooperación.
En diferentes países, actividades como conferencias, marchas simbólicas, meditaciones colectivas y encuentros culturales donde se llevan a cabo la música, la poesía y el arte se convierten en herramientas para inspirar la unidad.
La ONU destaca que la paz no puede depender únicamente de los acuerdos entre los gobiernos, sino del compromiso activo de cada ciudadano. «Cada acción cuenta, y cada persona puede ser un agente de cambio», El organismo internacional se destaca en su mensaje oficial.
En tiempos de incertidumbre mundial, el Día Internacional de la Paz recuerda que el verdadero poder de la humanidad no está en confrontación, sino en la capacidad de construir puentes, reconocer la diversidad y construir un mundo donde las generaciones futuras pueden crecer en armonía.
Y aunque la paz a veces puede sonar como un concepto abstracto, está más cerca de lo que creemos: en la forma en que tratamos a los demás, en empatía con aquellos que piensan de manera diferente y la capacidad de escuchar antes de responder. Hoy, cada lector tiene la oportunidad de comenzar con lo simple: un gesto amigable, una palabra que se calma y un compromiso personal con la coexistencia. Porque la paz mundial comienza, sin duda, en la paz de cada uno.
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