

«Perdí mi pierna izquierda, pero obtuve la oportunidad de inspirar y demostrar que la vida no termina una amputación. La ciencia me devolvió la autonomía y la fe me dieron fuerza», dijo Daniella Álvarez durante su charla en la Universidad de Norte de Barranquilla.
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La escena podría haber sido una más en un auditorio universitario: estudiantes que toman notas, maestros atentos y un murmullo antes del inicio de una conferencia. Pero cuando apareció Daniella Álvarez, el silencio fue inmediato. norteO porque era la ex mexicana Colombia 2011, No por el brillo de su corona salvada en la memoria de muchos, sino porque frente a ellos había una mujer que había vivido una de las pruebas más difíciles y la convirtió en una bandera de la vida.
En 2020, una isquemia la obligó a tomar una decisión radical: amputar su pierna izquierda. Todo el país siguió su proceso en las redes sociales, acompañando con mensajes de aliento en cada paso de su recuperación.
Desde entonces, Daniella dejó de ser la reina de la belleza que conquistó las pasarelas para convertirse en un símbolo de resiliencia.
Con una prótesis que lo sostiene con firmeza, subió al escenario de UNINorte y compartió su historia. No hubo drama, Ni un libreto aprendido. Hubo, más bien, la serenidad de aquellos que se han enfrentado al dolor, lo han mirado directamente y ha decidido que no lo define, pero que lo conduce.
Daniella álvarez inspira futuros ingenieros biomédicos con su resistencia Foto:Desinorta
La presencia de Daniella Álvarez en la Uninorte se dio en el marco de una charla dirigida a los estudiantes de Ingeniería biomédicaun espacio diseñado para reflexionar sobre el impacto social de esta disciplina y su papel en la creación de soluciones que devuelven la autonomía a aquellos que enfrentan limitaciones físicas. Allí, la Exreina compartió su experiencia personal no solo como un testimonio de resiliencia, sino como un ejemplo vivo de cómo la ciencia, combinada con la sensibilidad humana, puede transformar la vida de una persona.
Ciencia, fe y autonomía
«Cada pieza de esta prótesis representa la autonomía», explicó mientras señalaba la pierna que Te permite caminar. Para Daniella, la ciencia no es un asunto abstracto: es la posibilidad de moverse, de bailar, de sentirse libre nuevamente.
Con prótesis y una sonrisa intacta, la Exreina inspira a los jóvenes a creer en la resiliencia. Foto:Desinorta
Recordó los días en que tuvo que adaptarse a su nueva realidad, las terapias interminables y el desafío de aprender a vivir con un cuerpo diferente. Pero también habló de la fe como motor. «La prótesis me dio movimiento, pero la fe me dio fuerza para no rendirme», dijo antes del aplauso de los jóvenes.
La combinación de tecnología y espiritualidad ha sido clave en su camino. Un mensaje que resonó en futuros ingenieros biomédicos de la Universidad, que vieron en él un ejemplo de cómo su carrera puede transformar vidas más allá de los laboratorios.
Un mensaje para los jóvenes
Durante más de una hora, Daniella Habló con franqueza sobre lo que significaba la amputación, de los días de incertidumbre y la reconstrucción emocional que siguió. Pero, sobre todo, dejó en claro que la vida no se detiene en la adversidad.
Daniellla Álvarez, Exreina de Colombia. Foto:suministrado
«Uno no elige la evidencia, sino la forma de enfrentarlas. Decidí hacerlo con esperanza», dijo. La frase resonó en un auditorio donde muchos jóvenes la miraban con admiración. No era la exreina glamorosa en la televisión, sino una mujer que había sobrevivido al dolor y lo convirtió en una misión de vida.
Daniella invitó a los estudiantes a no perder de vista la dimensión humana detrás de la ciencia. «Las prótesis no son solo metal y fibra, son libertad, son oportunidades para regresar a alguien la posibilidad de soñar ”, recordado.
Más allá de los títulos
El mensaje final fue una reflexión sobre lo que significa ser útil para los demás. La exreina, que hoy combina SU papel de comunicador, empresaria y activistaSe enfatizó que la verdadera belleza es levantarse después de la caída. «Hoy camino con una prótesis, y cada paso es una victoria. Mi historia no es pérdida, sino de aprender», concluyó.
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La ovación fue larga, sentida, como lo reconoce en otro no solo un ejemplo, sino también un espejo de lo que significa ser humano. Daniella Dijo adiós con una amplia sonrisa, Lo que la acompañó desde sus años de reinado, pero hoy, fortalecido por la experiencia, tiene un brillo diferente: el de la resiliencia hizo carne.
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