

A ellosInistery of Cultures, Arts and Knowledge pone sobre la mesa un proyecto de resolución que busca declarar como un interés nacional del nivel nacional el paisaje cultural fortificado de Cartagena de Indias y apruebe su plan de gestión y protección especial (PEMP). La iniciativa tiene como objetivo garantizar la conservación y la sostenibilidad del patrimonio histórico de la ciudad sobre un área total de 43,729 hectáreas, de las cuales 20,680 corresponden al territorio continental y 23,048 a marítimo.
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El polígono dibujado se extiende Desde Punta Canoa, en la zona norte, hasta la península de Barú. El documento oficial explica que el área de estudio se divide en cuatro sectores: la zona norte vinculada a la Virgin Ciénaga, el área vinculada del centro al centro histórico y la bahía de Las Ánimas, las islas de Tierrabomba y el sector Barú.
Aunque la propuesta busca proteger la riqueza cultural y arquitectónica de Cartagena, También ha despertado preocupaciones. El Guild Builder, a través de Camacol Bolívar, Señaló que el proyecto podría generar consecuencias legales y económicas que afectarían directamente el desarrollo urbano de la capital de Bolívar.
Preocupaciones del sector de la construcción
Paredes cartagena Foto:John Montaño/ The Time
Irvin Pérez, gerente de Camacol Bolívarreconoció la relevancia de un plan de conservación como el Pemp, pero advirtió sobre la falta de claridad en su aplicación:
«Nos preocupa que la propuesta de aplicar este plan en 43 mil hectáreas, sin parámetros claros de pautas de alcance o intervención, genera incertidumbre legal y vacío normativo. «
El líder sindical enfatizó que la certeza legal es una condición básica para ejecutar proyectos en una ciudad como Cartagena. La resolución, según él, deja a la industria de la construcción en un escenario de incertidumbre, con riesgos de competencias contrastantes entre el orden nacional y el distrito.
Nos hemos convertido en expertos en producir brechas interpretativas cada vez que intentan regular aspectos ambientales, culturales o sociales, lo que termina debilitando la autonomía que la ley otorga a los distritos especiales. Esto hace que el desarrollo urbano sea un laberinto de procedimientos que afectan la planificación, la licencia y la confianza de los inversores.
Restricciones de altura, un punto sensible
Cartagena de Indias, centro histórico, está lista para la Semana Santa. Foto:John Montaño/ The Time
Uno de los temas más controvertidos del proyecto son las restricciones de altura para la construcción. En las áreas clasificadas como afectadas, el plan eleva un límite máximo de un piso, Mientras que en las áreas de influencia, la parte superior sería tres pisos.
Para Camacol Bolívar, Estas disposiciones no solo pueden desalentar la inversión, sino también impulsar la expansión urbana hacia áreas no copiadas. Esta presión sobre otros territorios aumentaría los costos de infraestructura y servicios, afectando la oferta de vivienda en la ciudad.
El gremio propuesto para hacer que los parámetros de construcción sean más flexibles en los sectores donde las imágenes patrimoniales no se comprometen o donde ya hay un desarrollo urbano consolidado. La idea es permitir un margen que combine la preservación y la viabilidad económica.
Materiales tradicionales versus innovación
Cartagena de Indias, centro histórico Foto:John Montaño/ The Time
Otro aspecto cuestionado es La obligación de utilizar solo técnicas y materiales tradicionales en las intervenciones arquitectónicas del paisaje cultural. Aunque la medida busca garantizar la coherencia estética, los constructores creen que limita la innovación y aumenta los costos.
Camacol sugirió que el ministerio permite el uso de tecnologías y materiales modernos que, sin alterar la imagen del patrimonio, ofrecen ventajas en sostenibilidad, eficiencia energética, durabilidad y costos.. También propuso crear un catálogo oficial de materiales alternativos aprobados, lo que garantiza el equilibrio entre la tradición y la modernidad.
El proyecto también establece que El PEMP debe incorporarse al Plan de Planificación Territorial (POT) de Cartagena y que las licencias urbanas se subordinarán a lo que define el Ministerio. Esto, según el Gremio, genera un riesgo de parálisis si no hay una articulación clara entre las autoridades locales y nacionales.
Llamado a ajustes y socialización
Centro histórico de Cartagena de Indias Foto:John Montaño/ The Time
Aunque el draft señala que el El ministerio tendría la competencia en las áreas afectadas y el distrito en las áreas de influencia, tLa decisión local de ODE requeriría un concepto favorable de la nación. Para los constructores, esto podría convertirse en un cuello de botella administrativo que detiene la dinámica de la ciudad.
Dado esto, Proponen que las intervenciones de menor impacto se delegan a la autoridad del distrito y que se establecen los términos perentorios para los conceptos del ministerio, evitando que la demora en el proceso afecte los proyectos de inversión.
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Camacol Bolívar advirtió que, Si estas observaciones no se abordan, Cartagena corre el riesgo de perder la competitividad frente a otras ciudades con marcos regulatorios más ligeros y atractivos para la inversión. Por lo tanto, el Gremio pidió al gobierno nacional que considerara incentivos fiscales e financieros que mitigan los efectos de las restricciones propuestas.
Finalmente, Solicitaron que se realizaran talleres, socializaciones y capacitaciones para constructores, inversores, funcionarios y ciudadanía Comprender el alcance real de la resolución. Solo, dijeron, se logrará un equilibrio entre la protección del patrimonio cultural y la sostenibilidad del desarrollo urbano de Cartagena.