
El streamer Ibai Llanos, con su famoso «desayuno en todo el mundo», abrió un debate inesperado: ¿Qué país tiene el mejor desayuno? Y, como se esperaba, el arepa entró en el ring. Allí, la palabra «Veneko» apareció nuevamente, un término que nació como un insulto, pero que gradualmente ha resignado como un grito de orgullo y hermandad.
El pasado de la palabra
Durante años, «Veneko» se utilizó en redes y en la calle de una manera despectiva hacia los venezolanos. Sin embargo, en medio de tanta señal, muchas comunidades decidieron apropiarse del término y girarlo. Hoy, decir «Veneko» ya no suena como un delito: también puede ser una forma de identidad, resistencia cultural e incluso humor compartido.
Arepa como símbolo común
En el caso de ARES, el debate entre Colombia y Venezuela generalmente se calienta. Pero si miramos con calma, en lugar de dividir, el arepa se une. Esta comida de maíz es un emblema compartido que cruza las fronteras y se disfruta con el mismo entusiasmo en ambos países. Y no solo eso: se ha convertido en un embajador culinario en todo el mundo.
El tricolor como puente
En el fondo, tanto Colombia como Venezuela tienen los mismos colores en su bandera: amarillo, azul y rojo. Estos tonos no solo pintan un símbolo nacional, sino que también recuerdan que compartimos raíces, cultura y desayuno. Cuando alguien dice «Veneko» con orgullo, ya no habla de fronteras, sino de una identidad de Mestizo que celebra lo que nos une.
Conclusión
El término «Veneko» ya no es un muro, sino un puente. Se convirtió en una bandera cultural, meme positivo y un símbolo de resiliencia. Y el arepa, más que una razón de disputa, es la excusa perfecta para reconocer que lo importante no es el pasaporte, sino para compartir. Al final, no importa de qué lado de la frontera vienes: lo que importa es que ARPA siempre sabe mejor cuando se acompaña de fraternidad.
23