

El 1 de septiembre, Luis Fernando Condia recibió la noticia que ningún padre espera. Su hijo, Julián Fernando Condia Bello, de solo 18 años, había muerto después de un accidente durante un barco de entrenamiento Arc Gloria, la insignia de la Marina Nacional. Horas después, el cuerpo del joven fue encontrado en aguas del río Magdalena, cerca de la isla Salamanca.
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Desde entonces, el padre de Grumete no encuentra respuestas claras. La Marina lo transfirió a Barranquilla para informarle de lo que sucedió, pero asegura que la explicación fuera incompleta. «Pasé dos días allí y no dejaron que mi cuerpo me viera. Lo que me dijeron fue confuso, inacabado«Dijo con voz rota.
La incertidumbre se convirtió en dolor y una serie de preguntas que hoy rodean el caso: ¿qué sucedió realmente en el mástil de gloria? ¿Por qué los protocolos de seguridad no evitaron la caída?, ¿Hubo fallas en la reacción de la tripulación?
Julián Fernando Condia Bello murió después de caer del bote. Foto:Suministrado a El TIempo
El entrenamiento que terminó en tragedia
Las versiones preliminares sugieren que Julian subió a uno de los más altos más altos del bote, a unos 40 metros, como parte de una práctica naval. Desde allí perdió el equilibrio y cayó en el vacío.
En el otoño, el joven habría golpeado parte de la estructura del barco, estar inconsciente antes de tocar el agua. Eso, agregado a la fuerza de la corriente de Magdalena y la turbidez de sus aguas, Hizo la búsqueda complicada y prolongada.
Algunas hipótesis argumentan que Julian no ha colocado el Arnés regulatorio. Aunque esa versión no ha sido confirmada, generó preguntas sobre la supervisión de los instructores y el Cumplimiento estricto de los estándares de seguridad.
La voz de un padre que está dividido entre ira e impotencia
Luis Fernando Condia insiste en que la tragedia podría prevenirse. “¿Cómo no iban a tener una línea de vida? ¿Cómo no estaban atentos para que un niño pudiera caer? La reacción debe ser inmediata, no esperar«, Se reprochó.
El joven era originario de Sogamoso, Boyacá Foto:Armada colombiana
El padre también criticó que los protocolos de vigilancia solo se activaron después del accidente. “Saben que los cadetes hacen maniobras arriesgadas. El mínimo era tener a alguien supervisando todo el tiempo. No puedes esperar a que reaccione una desgracia«Añadió.
Hoy, mientras esperaba la opinión de la medicina legal y un informe oficial de la Marina, Condia vive con la sensación de que muchas piezas del rompecabezas no encajan. «Necesito claridad, necesito saber la verdad sobre lo que le pasó a mi hijo.«, Repetir.
Una carrera interrumpida
Julian estaba a punto de cumplir un sueño. En diciembre, esperaba graduarse como un oficial no comisionado de la Marina, un objetivo que lo llenó de ilusión y que compartió con su familia y amigos en Sogamoso, Boyacá, su ciudad natal.
Su plan era continuar subiendo dentro de la institución, hacer una carrera en el mar, como lo habían hecho otros familiares. La noticia de su muerte golpeó a sus compañeros de clase y a la comunidad que lo vio crecer, que Hoy se despide con honores y la frustración de un futuro truncado.
El ministro de defensa, Pedro Arnulfo Sánchezdijo condolencias y lo describió como una copia joven: «Su vocación y disciplina permanecerán como faro en la Marina y en el corazón de los que llevaban el uniforme a su lado«
Pedro Arnulfo Sánchez, Ministro de Defensa. Foto:Sebastián Arango Hora
Investigación y debate abiertos
La Marina Nacional anunció la apertura de una investigación para aclarar lo que sucedió. El contralor Javier Hernando Rubio Barrera, director de la Escuela Naval de Petty Officers Arc Barranquilla, explicó que Más de 800 hombres en el trabajo de río, aire y terreno participaron en la búsqueda, hasta que el cuerpo se encuentra en la isla Salamanca.
La institución enfatizó que hay protocolos de seguridad que incluyen el uso de arneses, chalecos, cascos y capacitación y supervivencia. Pero el caso de Julian ha convertido un debate: ¿Estas normas cumplen con el rigor o están a discreción de la práctica?
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Mientras que la investigación oficial progresa, la sensación de que algo falló. Para la familia, la duda no es si el accidente fue inevitable, sino que todo lo necesario para evitarlo realmente se hizo.
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Entrevista con la escuela Foto: