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Tenemos un gran problema con el plástico. Esta oruga puede ayudarnos a devorar una bolsa en 24 horas – En un click

Tenemos un gran problema con el plástico. Esta oruga puede ayudarnos a devorar una bolsa en 24 horas

 – En un click

La crisis plástica global, un problema que tarda siglos en degradarse, podría encontrar un aliado inesperado en el mundo de los insectos. Un equipo de científicos El ha revelado Cómo las orugas del gusano cera (Galleria Mellonella) Son capaces de devorar y metabolizar el polietileno, el plástico más común del mundo, a una velocidad increíble. Sin embargo, tienen un costo mortal para ellos.

Una descomposición que no es perfecta. La investigación, presentada en el Conferencia anual de la Sociedad de Biología Experimentalrevela que estas orugas, apodadas «plastívoro», no solo mastican el plástico, sino que se descomponen metabólicamente y lo convierten en una grasa corporal en cuestión de días. Los datos más impactantes: unas 2.000 orugas pueden finalizar una bolsa de polietileno estándar en solo 24 horas.

El problema de la dieta de plástico. El polietileno es el plástico que encontramos en bolsas de compra, contenedores y productos interminables de uso diario. Su resistencia química lo hace increíblemente duradero y, por lo tanto, un contaminante persistente. El hallazgo de que un ser vivo puede descomponerlo naturalmente abre una puerta revolucionaria para la gestión de residuos.

Sin embargo, la solución no es tan simple como dejar escapar millones de orugas en los vertederos. El Dr. Bryan Cassone, profesor de la Universidad de Brandon (Canadá) y el líder del proyecto, explica el gran inconveniente: una dieta plástica exclusiva es mortal para los gusanos. «No sobreviven más de unos pocos días con una dieta de plástico y pierden una masa considerable», dice Cassone.

Es como si un humano se hinchara con grasa. El proceso es similar al de un humano que consume un exceso de grasa: las orugas convierten el plástico en lípidos que se acumulan en su tejido adiposo, pero sin los nutrientes necesarios para sobrevivir.

No es la primera vez que se explora esta posibilidad. Dada la gravedad de este problema, la ciencia no deja en su intento de encontrar una solución para desintegrar el plástico que generamos. Por lo tanto, en 2022, un grupo de investigadores australianos verificó la capacidad de los ‘Super Worms’ para devorar poliestireno gracias a una enzima que tenían en su metabolismo.

Pero estos mismos gusanos de cera, objeto de este estudio, también Ya eran protagonistas de una investigación. donde se probó la capacidad que tenían para descomponer el plástico. Este estudio ha dado un paso más para comprender perfectamente su sistema de procesamiento y las repercusiones que puede tener.

Hacia una solución sostenible: suplementos y bioingeniería. Aunque el hecho de que la acumulación de grasa es un obstáculo para la investigación, los científicos han convertido este fascinante proceso biológico en una solución viable ya a gran escala para la contaminación y para esto apuntan a dos caminos principales: crear una dieta mixta y replicar el proceso en el laboratorio.

Crea una dieta mixta. Los científicos están experimentando con el «conjunto de coagulaciones», como los azúcares y otros estimulantes, para mezclar con polietileno. El objetivo es formular una alimentación que no solo mantenga viva a las orugas, sino que optimizar su capacidad para degradar el plástico, creando un sistema de economía circular donde los desechos se convierten en alimentos.

Replicar el proceso en el laboratorio. La segunda forma es aún más ambiciosa. Consiste en estudiar a fondo los mecanismos biológicos y el microbioma intestinal de las orugas para identificar enzimas y bacterias responsables de la descomposición del plástico. Si lo entienden, podrían replicar este proceso de «biodegradación» de manera artificial y escala industrial, sin la necesidad de plantear insectos.

Y en este momento hay muchos productos diarios que se han generado gracias al uso de bacterias, hongos o enzimas. De esta manera, el hecho de extrapolar este proceso a la industria puede ser el más inteligente para controlar la gestión de los plásticos.

Desde la basura hasta el plato. Como si resolver uno de los mayores problemas ambientales no fuera suficiente, esta investigación podría tener un impacto económico positivo e inesperado. La reproducción masiva de gusanos de cera generaría una gran cantidad de biomasa de insectos.

Según el Dr. Cassone, estos gusanos podrían convertirse en una fuente de alimento muy nutritiva para la acuicultura. De esta manera, un desperdicio tan problemático como el plástico podría revaluarse para ingresar a una nueva cadena de valor, contribuyendo a la industria alimentaria.

Imágenes | Murat uztikut Tanvi Sharma

En | Nuestro problema con los microplásticos es tan grande que ya aparecen incluso en testículos humanos.

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