
La inseguridad en algunas tiendas de bajo costo en Colombia todavía se intensifica, y un nuevo incidente ha evidente la vulnerabilidad de los establecimientos D1 contra los delincuentes.
Esta vez, en Barranquilla, la D1 ubicada en Plaza 63 fue el escenario de un intento de robo que terminó con el ladrón atrapado por los propios trabajadores.
El incidente tuvo lugar a plena luz del día cuando el hombre se sorprendió al tomar Productos de las instalaciones de las instalaciones. En video, se grabó cómo, con indiferencia, se propuso salvarlos en un maletín negro sin haberlos pagado.
Antes de que lo retrasaron en la entrada de la tienda. Foto:Facebook
Según los informes de ‘Publimetro’, el delincuente había acumulado una cantidad significativa de productos, con Un valor total mayor de $ 300,000 pesos.
Después de ser enfrentado por los empleados, el sujeto no dudó en devolver los productos robados, sino lo que más indignó a los trabajadores era la actitud del ladrón.
Durante la confrontación, El hombre no solo mostró indiferencia, Pero incluso confesó que su intención era revender los artículos para obtener un beneficio personal.
Cuando se registró, el ladrón actuó molesto y desinteresado por las consecuencias de sus prácticas: «¿Qué me vas a poner algo», dijeron los involucrados mientras cubrían su rostro. Esta actitud aumentó la indignación de los empleados.
Debido al modelo de negocio austeros de la compañía, según las palabras del metraje, los empleados de D1 deben asumir las pérdidas causadas por robos, es decir,son ellos quienes deben cubrir el costo de los productos. que dejan el inventario en condiciones desatendidas.
Situaciones anteriores
El año pasado, en un momento de El Tió, exactamente del mes de junio, se informó que en una sola semana hubo momentos de tensión debido a robos a las grabadoras de estas tiendas en el Atlántico.
En la sede de D1 ubicada en la calle 74 con Carrera 41, diagonal al centro comercial único, según el informe de la Policía Metropolitana de Barranquilla, el 19 de junio de 2024 Dos sujetos que pretenden ser clientes ingresaron a las instalaciones a las 8:50 p.m. Y, con una pistola en la mano, intimidaron al cajero para entregar el dinero del registrador.
En esa ocasión, los delincuentes Se las arreglaron para restar un millón de 700 mil pesos en efectivo y huyeron del lugar. Los testigos afirman que incluso se tomaron algunos artículos en la tienda.
Lo anterior, plantea un desafío para la cadena de tiendas, que podría verse obligado a fortalecer sus medidas de seguridad para proteger tanto a sus trabajadores como a su inventario.
Mariana Sierra Escobar
Equipo de alcance digital
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