
Una potente explosión, que dejó tras de sí una densa estela de humo gris, sorprendió al vecindario de Jorge Eliécer Gaitán, ubicado en el noreste de Cali. Este impactante suceso transformó un prometedor viernes por la noche en una experiencia de miedo, pánico y una profunda sensación de ansiedad entre los residentes del área. La comunidad, que había esperado disfrutar de su fin de semana, se vio repentinamente envelopada por la preocupación y el caos.
El modus operandi es notablemente parecido al de otros ataques que se han registrado en este tipo de instalaciones. Un grupo de desconocidos, a bordo de motocicletas, lanzó un artefacto explosivo improvisado, generando un impacto devastador en la zona.
El alcalde Alejandro Eder, junto con autoridades militares y policiales. Foto:Oficina del Alcalde de Cali
Este ataque marca un nuevo capítulo en una serie de incidentes similares que han desbordado la paciencia en la región de Valle del Cauca, donde grupos armados han aumentando la presión sobre las fuerzas del orden en varias localidades. Este ambiente de inseguridad ha hecho que la situación se vuelva cada vez más crítica.
En respuesta a esta crisis, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, tomó la iniciativa de movilizar a parte de su gabinete para asistir a los ciudadanos afectados. En sus declaraciones, enfatizó la necesidad de implementar medidas más rigurosas para identificar y capturar a los responsables de tales actos delictivos, no solo de este ataque en particular, sino de otros que han sembrado el terror en la comunidad.
Tras una reunión del consejo de seguridad, se decidió aumentar la recompensa por información que conduzca a la captura del autor material del ataque a 100 millones de pesos. Además, se ofrecieron 100 millones por información sobre el alias «el oso yogui», quien se cree es el autor intelectual del ataque y líder del grupo criminal ‘Jaime Martínez’, compuesto por disidentes de las FARC.
«No permitiremos que el terrorismo de estos delincuentes haga pie en nuestra ciudad,» afirmó Eder. Hizo un llamado a la ciudadanía para que mantuvieran la calma y colaboraran con las autoridades, alentándolos a proporcionar cualquier información relacionada con el ataque en cuestión. «Ofreceremos una recompensa de hasta 100 millones de pesos. Pueden comunicarse al número 314-3587212», añadió.
Además, el alcalde anunció el despliegue de fuerzas policiales y militares en puntos estratégicos de Cali para garantizar la seguridad de los ciudadanos en esta vulnerabilidad. Se tomó esta decisión crucial luego de las reuniones del consejo de seguridad, que busca llevar a cabo acciones contundentes para enfrentar la amenaza de los grupos armados que operan en la región.
Después de que se tomaron decisiones del Consejo de Seguridad para abordar la amenaza de grupos armados. Foto:Oficina del Alcalde de Cali
“Les comunico a los ciudadanos que ya hemos comenzado a trabajar en la recuperación del área afectada por el incidente de anoche. Reitero que no permitiremos que el terrorismo marque nuevamente nuestra ciudad. Invito a los ciudadanos a reportar cualquier hecho sospechoso, llamar a la policía o a las organizaciones del orden público para que podamos juntos abordar esta situación problemática,» concluyó Eder.
Respecto a las viviendas que resultaron afectadas debido a la onda explosiva, se está realizando un censo junto a los bomberos de Cali y el personal de gestión de riesgos. «Estamos buscando activar el seguro nacional de terrorismo para ayudar a las familias a recuperar sus hogares y, especialmente, estamos trabajando en la recuperación del área donde ocurrió el incidente», aseguró.
Disidencias, responsables?
El general Carlos Oviedo Lamprea, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, también participó en una reunión del Consejo de Seguridad, donde se discutieron las posibles conexiones y móviles detrás de este ataque.
«Se ha determinado que el frente ‘Jaime Martínez’ ha orquestado estos actos terroristas en nuestra ciudad. La fuerza pública, el ejército nacional y la Policía Nacional están firmemente comprometidos a llevar a cabo operaciones enérgicas contra sus integrantes,» declaró Oviedo.
Las fuerzas militares incrementarán su presencia en áreas clave de disidentes. Foto:Fuerzas militares
«Los líderes de esta estructura criminal que opera tanto en el núcleo urbano de la ciudad como en áreas rurales de Jamundí son objeto de nuestra atención. Se están tomando medidas concretas para reforzar la cápsula antiterrorista junto a la oficina del Fiscal General, gracias a ocho líneas directas que facilitarán la captura de objetivos clave,» continuó el oficial.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali también anunció la implementación de varios puntos de control establecidos en conjunto con el Ejército y el Ministerio de Movilidad, con el propósito de fortalecer la investigación criminal y la inteligencia en la zona.
Al referirse a las acciones relacionadas con la gestión de armas que se han reportado en diferentes áreas del país, el oficial aseguró que este tipo de operación criminal no se ha llevado a cabo en la capital del departamento, dado que este grupo en particular no tiene presencia activa en la zona.
«En Cali no hay un indicativo de que el clan del Golfo esté operando. En cambio, lo que se tiene es la presencia de redes de apoyo urbano del grupo de ‘Jaime Martínez’, las cuales han intensificado sus acciones violentas debido a la ofensiva de la fuerza pública en el norte de Cauca y en el sur del Valle del Cauca,» agregó.
Últimos ataques contra la fuerza pública en la región
Las regiones de Cauca, Valle del Cauca y Nariño han pasado por un incremento en los ataques dirigidos a las fuerzas del orden por parte de disidencias y otros grupos armados.
El pasado martes 22 de abril, el coronel Pedro Pablo Astaiza, comandante (E) de la policía del Valle del Cauca, indicó que el grupo criminal conocido como el Clan del Golfo es el presunto responsable del tiroteo contra dos policías que realizaban su patrullaje en el centro urbano del municipio de Versalles, en Norte del Cauca.
Aunque no hubo heridos reportados en el hecho, el oficial expresó su descontento ante el incuestionable ataque que sufrió la policía a plena luz del día.
Un evento relevante a mencionar ocurrió el 15 de abril en Potrerito (Jamundí), donde se lanzó un explosivo contra una patrulla militar, provocando heridas a cuatro soldados. Asimismo, en la madrugada del Jueves Santo, un carro bomba fue detonado a escasos 200 metros de la estación policial ubicada en el corregimiento de Robles, en Jamundí. La onda expansiva causó daños significativos en propiedades. Horas más tarde, un grupo armado atacó con armas de fuego la estación de policía en el municipio de Dagua.
El 19 de abril, la violencia se extendió al CAI del vecindario de El Rodeo, en Jamundí, donde desconocidos lanzaron una carga explosiva que afectó incendios en las instalaciones de dicho establecimiento.
Explosivos en un camión de vertedero que iba a ser utilizado en un ataque al batallón. Foto:Policía de Valle del Cauca
Las autoridades lograron evitar una tragedia al interceptar un camión volquete que llevaba 280 kilos de explosivos en el vecindario de Fátima, en Palmira. Según las denuncias, esta carga iba dirigida al Batallón Agustín Codazzi, que está a pocos metros de la ubicación encontrada.
Sin embargo, la noche del viernes 25 de abril, Cali volvió a ser sacudida por la violencia, cuando un explosivo fue lanzado contra el CAI Ptar, en la parte noreste de la ciudad. Un oficial de policía presente en el sitio quedó impactado por la onda explosiva.
En el Valle «llueve» con problemas, y en Cauca «no escampa». Solo en el Jueves Santo, se reportó un ataque contra una subestación de la policía en Mondomo, que resultó en la muerte de una mujer y varios civiles heridos.
El Sábado Santo, el cuerpo de Carlos Salamanca Galíndez, un soldado profesional de 27 años, fue encontrado. Había asistido a visitar a sus padres en la zona rural de La Vega, pero fue secuestrado y posteriormente asesinado.
Por otro lado, en la vía que conecta los municipios de El Peñol y Los Andes (Nariño), la tercera división del Ejército Nacional confirmó la muerte de un civil después de que se viera involucrado en un ataque con explosivos, causando también heridas a cinco miembros de las fuerzas armadas. Este ataque, que ocurrió el 22 de abril, fue atribuido a la estructura conocida como ‘Franco Benavides’, del bloque occidental de Jacobo Arenas, perteneciente a las disidencias de las FARC.
Ofensiva contra el crimen en el Valle del Cauca
Las autoridades del Valle del Cauca no han permanecido de brazos cruzados, sino que han lanzado una serie de operaciones para combatir el crimen.
Entre estas acciones, destaca la captura de AKA Tata, un actor penal en el municipio de Tuluá, quien había sido solicitado por el 102 Tribunal Penal Municipal debido a su papel en el crimen organizado. Este individuo, de 19 años, había estado en la órbita criminal por aproximadamente cuatro años, implicado en actividades relacionadas con extorsiones, homicidios y tráfico de drogas en la urbanización de San Francisco, en el municipio mencionado.
Palmira refuerza su seguridad
El alcalde de Palmira, Víctor Manuel Ramos, también se ha manifestado en favor de robustecer la seguridad de su municipio para garantizar la paz en la comunidad.
Operaciones de control en Palmira. Foto:Oficina del Alcalde de Cali
El alcalde Ramos dirigió el plan WASP, que tiene como principal objetivo: «
«Estamos aquí para garantizar que Palmira se mantenga como un territorio seguro. Esta caravana es una señal clara de que no bajaremos la guardia y seguiremos trabajando unidos para asegurar la tranquilidad de todos los habitantes», indicó el alcalde.
El propósito de esta gira fue supervisar las acciones de control y la presencia institucional en áreas críticas, además de fortalecer los lazos con la comunidad.
«La oficina del alcalde de Palmira seguirá desarrollando una serie de acciones de seguridad integral, promoviendo la prevención, el control y el acompañamiento permanente en cada uno de los sectores del municipio,» concluyó.
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