
Cinco meses después del asesinato de un líder en el distrito de Tenjo, en el área rural de Valle del Cauca, Los hombres armados fueron al paso del vehículo en el que el presidente de la Junta de Acción Comunitaria de la misma población, Álvaro Roncancio.
El Vallecaucano, 64, Murió de los disparos en el vecindario de Zamorano, en el sector La Carbonera Boulevard en Palmira.
Allí, en el centro urbano de esta ciudad adyacente a Cali, el presidente del JAC de Tenjo, que corresponde a Palmira, se encuentra últimamente con su familia, debido a la situación crítica de orden público en su ciudad, en medio de las montañas de la pendiente occidental de la Cordillera Central.
El crimen del otro líder de los diez diez
Slange del líder Álvaro Roncacio, en Palmira. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
De hecho, el Roncancio Aguirre se movió desde el comienzo de este 2025 desde esa área debido a los grupos armados.
Hoy, sus tres hijos y la esposa, así como más de cien familias en Tenjo, sufren la pérdida de quién fue un luchador por los derechos de los campesinos, incluidas las soluciones a los problemas del agua, ya que también fue presidente de la junta sobre este tema en el mismo Corregimiento, donde en marzo de este año fue asesinado a la láctea castellana.
Trabajó al lado del líder Roncacio Aguirre, quien durante los últimos 15 años vivió defendiendo a su comunidad de Tenjo.
Slange del líder Álvaro Roncacio, en Palmira. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
Mónica Roncancio, hija de la comunidad, dijo ayer durante el funeral: «Mi padre era un hombre dedicado a su familia y siempre ayudó a los demás. Su entrega con todos fue fundamental».
‘Trabajé para la justicia y la dignidad’
Dijo que su padre también fue presidente de la Unión Nacional de Empleados Bancarios. «Trabajó mucho para los trabajadores. Entregó mucho y se retiró en marzo», agregó la hija, entre más de 400 asistentes al funeral en el cementerio Jardines del Palmar, en Palmira. Ella enfatizó que su padre siempre le dijo que tenía que trabajar con dignidad, «primero muerto para arrodillarse, siempre con dignidad», dijo.
Slange del líder Álvaro Roncacio, en Palmira. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
Durante los actos funerarios, su familia, sus amigos y aquellos que lo conocieron todavía no entienden por qué estos disparos le quitan la vida a «una persona tan buena, generosa y de combate incansable para la comunidad».
Esto fue declarado por algunos de los dolientes, incluido Alberto Herrera, compadre y amigo del presidente del JAC de Tenjo. «Álvaro era un tío político de mis hijos. Nunca se negó a ayudar a las personas. Era una persona muy reconocida. Además, trabajó durante mucho tiempo en la Cruz Roja», dijo repitiendo que los ancianos solían ser alegres y interpretar la otra broma a la familia. «Era muy consciente de todas las personas», dijo.
Slange del líder Álvaro Roncacio, en Palmira. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
«La comida fue retirada de la boca para dársela a otra», señaló la compadre.
‘Mi padre dijo que el estado nos había abandonado’
Aunque su hija y sus familiares dijeron que el líder de Roncacio no había mostrado miedo, se preocupaban por quién soñaba con un territorio en paz que, aunque bajó a Palmira para vivir en el área urbana, solía ir ocasionalmente a su casa desde el distante corregimiento del área urbana durante 40 minutos.
Es una pequeña trama con árboles frutales donde iba, pero más porque no se podía separar de los problemas de la comunidad, teniendo en cuenta que era el presidente del JAC durante tres años.
Sin embargo, la hija dijo que su padre solía decir, cada vez más frecuentemente, que el estado los había abandonado.
«Ayudó a todos sin esperar nada a cambio. El que necesitaba. Mi padre lo estaba buscando cuando había problemas. La gente dijo: ‘Me están mintiendo’ y él respondió: ‘Ven a ver lo que está sucediendo’. Siempre buscando justicia, siempre buscando lo mejor para los demás «, dijo la hija, insistiendo en que brindé orientación a sus vecinos y amigos. «Conocía a muchas personas y la ayudó», agregó.
Según la Policía del Valle, el asesinato ocurrió el 15 de agosto, en la calle 65 con Carrera 28, en el vecindario Zamorano de Palmira.
«El personal de Sijin realizó una inspección técnica de Álvaro Roncacio Aguirre.
«El defensor del pueblo ya había advertido, a través de las alertas tempranas 010 de 2024 y 019 de 2023, sobre el riesgo grave que enfrentan los líderes sociales y los defensores de los derechos humanos antes de la imposición de las normas de control social por parte de grupos armados ilegales», dijo el Director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Leonardo González.
Con este asesinato hay más de 100 líderes a quienes los violentos han dicho sus vidas en todo el país, según Indepaz.
Según el gobierno del valle, así como la policía y el ejército, en el área de Tenjo y la parte montañosa de Palmira, grupos armados, como los disidentes de FARC del frente de ‘Adam Izquierdo’, además de la facción de este grupo de este mismo grupo llamado ’57 Yair Bermúdez ‘y bandas criminales.
En medio del funeral, también se destacó el trabajo del presidente del JAC en el pastoral social.
Los asesinatos de líderes en Jamundí
Este asesinato recordó los crímenes del presidente y el vicepresidente de la Junta de Acción Comunitaria del distrito de Villa Colombia, en el municipio de Jamundí. Esta población limita con el sur de Cali, mientras que Palmira está al norte de la capital del Valle del Cauca.
El presidente de Villa Colombia fue Yeri Edwin Gaitán, asesinado el 1 de julio de 2024. La víctima fue tomada por engaños de una reunión por miembros de la estructura ‘Jaime Martínez’, de los disidentes del FARC y luego fue llevado al Corregimiento de Ampudia, donde se quitaron la vida.
«Según los testigos, los hombres armados lo tomaron bajo el pretexto de que había un problema en un matrimonio. Posteriormente, su cuerpo fue encontrado en Ampudia, evidenciando el cruel resultado de este desafortunado evento», dijo la oficina del alcalde de Jamundí, en ese momento.
El vicepresidente de JAC de Villa Colombia, Ruhalt Martínez, fue asesinado un año después. Fue en la mañana del 6 de agosto. El líder habría tratado de huir al área rural de El Rest y ahí fue donde no pudo evadir el tiroteo.
Según las autoridades, los disidentes del frente de ‘Jaime Martínez’ también serían responsables de este caso.
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