






«Personalmente, estoy convencido de que estas superficies de vidrio negro dentro de los autos lo dejarán atrás, tarde o temprano».
Estas contundentes declaraciones son de Matthias Junghanns, el principal jefe de diseño interior de la gama eléctrica de BMW, recopiladas por Carro de autos. Hicimos eco de sus palabras en 2022, ya que resultaron sorprendentes. A medida que el mercado automotriz avanza hacia el concepto de «toda la pantalla», una de las marcas más destacadas, BMW, parece estar cuestionando esta tendencia.
En la misma conversación, Conny Blommé, quien lidera el diseño de interiores en Polestar, apoyó firmemente lo que decía Junghanns, afirmando que «todo tiene su punto máximo, y probablemente también las pantallas. A menudo, durante un viaje en automóvil, prefieres disfrutar del paisaje en lugar de distraerte con las pantallas».
Las afirmaciones fueron impactantes porque, especialmente para BMW, la dedicación a implementar funciones en las pantallas de autos ha sido extraordinaria en los años recientes. Es tan evidente que tienen modelos que ofrecen una pantalla para los asientos traseros, que se extiende de forma lateral por todo el vehículo.
Pero más allá de esto, BMW ha sido un firme defensor del salto hacia pantallas gigantes. Nos han estado asegurando que sus futuros vehículos contarán con enormes pantallas frontales, capaces de mostrar información seleccionada a todos los pasajeros desde cualquier punto del interior.
Aunque nos hemos centrado en BMW por la incongruencia de su planteamiento, no son los únicos que se han aventurado en el ámbito lleno de desafíos de las pantallas. Por ejemplo, Volkswagen ha indicado que desean volver a los botones físicos, tras recibir críticas por equipar sus modelos con botones táctiles en todas partes de la cabina.
Por otro lado, el renovado Tesla Model 3 no solo prescinde de botones para los intermitentes, sino que también ha trasladado funciones de transmisión a la pantalla. Euro NCAP ha advertido que penalizará a los vehículos que incorporen funciones que pueden ser especialmente peligrosas, aunque por ahora, estas decisiones todavía no tienen un impacto tangible en el mercado.
Mercedes, por su parte, ha incorporado una pantalla hiper y, en algunos casos, es obligatorio tocar la pantalla para hacer ajustes tan simples como modificar la posición de los espejos.
Y no parece que esta tendencia vaya a cambiar pronto.
Esto es al menos lo que se evidenció en el Salón del Automóvil de Shanghai.
¿Qué tan lejos vamos a llegar?
«No se trata solo de cuántas pantallas se integran, sino de ‘qué porcentaje del espacio ocupa’ o cuán fácil es fijar la mirada en ellas sin desviar la atención de la carretera», explica nuestro colega Javier Lacort tras su visita al Salón del Automóvil de Shanghai, donde observó claramente que los fabricantes están haciendo todo lo posible por atraer la atención de los pasajeros.
En China, este enfoque ha sido integral para muchos fabricantes y la tendencia indica que seguirá creciendo, especialmente con el auge de los automóviles eléctricos y su creciente autonomía. Por ejemplo, en situaciones en que el automóvil está detenido, puede convertirse en un reproductor multimedia o incluso para videojuegos, lo cual también se extiende a los vehículos que se manejan de manera autónoma.
De hecho, Audi ya cuenta con una pantalla para pasajeros que permite la reproducción de aplicaciones como YouTube mientras el automóvil está en movimiento. Este sistema utiliza una función Selective OFF que impide que el conductor vea la pantalla si el vehículo está en movimiento, manteniendo el brillo para el pasajero.
Este esfuerzo por captar la atención del usuario es fundamental y podría convertirse en una fuente de ingresos recurrentes para los fabricantes. Algunos analistas sugieren que esta podría ser la razón por la cual BYD ofrecerá sus capacidades de conducción autónoma más avanzadas en modelos más asequibles. A diferencia de Tesla, que busca generar ingresos considerables con la conducción autónoma, piensan que un automóvil que se mueve presenta la oportunidad ideal para monetizar plataformas de streaming.
«Hay una tendencia en diversas marcas chinas, particularmente en las camionetas multiuso. No solo añaden una pantalla detrás de los reposacabezas, sino que también instalan pantallas mucho más grandes en el centro», afirma Javier Lacort, quien también mencionó que Sony presentó dos conceptos, uno enfocado en la imagen y otro en el sonido, que recuerdan a la idea de que los pasajeros traseros se sientan como en casa, completando la experiencia con una pantalla gigante y una PlayStation.
Este concepto de transformar la parte trasera de un vehículo en una sala de estar con una pantalla enorme tampoco es novedoso. Por ejemplo, Lexus ya ha experimentado con esta idea en sus minivans de lujo, un segmento que depende enormemente de China, donde los pasajeros suelen buscar una experiencia extremadamente lujosa en los asientos traseros.
Es importante considerar que las ciudades en China son tan vastas que la mayoría de las carreras se realizan a menor velocidad y pueden durar mucho tiempo. Ver la cabina del automóvil o la zona de asientos traseros como un CENTRO tecnológico no es una novedad. Esto es especialmente relevante en un país con peculiaridades específicas, como el hecho de que hay quienes transforman sus vehículos en escenarios de karaoke. Esto ha sido evidente en algunos modelos de BYD, lo que ha llevado incluso a Tesla a realizar ajustes específicos para este mercado.
En el área de asientos delanteros, han emergido dos tendencias claras. «Intel fue quien probablemente hizo la apuesta más notable. Conté un total de 15 pantallas dentro de un vehículo», comenta Lacort. Sin embargo, no es un acontecimiento aislado, ya que «Audi, con su modelo E5, su primer automóvil diseñado para el mercado chino, optó por una pantalla que ocupa todo el ancho del salpicadero (los espejos digitales también están incluidos).»
Ambas son propuestas para el futuro de nuestros vehículos. Claramente, Intel está especialmente interesado en exhibir su progreso en estos eventos, dejando claro que la industria del automóvil puede confiar en ellos para llenar los interiores de los automóviles con pantallas.
No obstante, la propuesta de Audi parece más estilizada y, sobre todo, más factible de realizar en el futuro. Con el paso del tiempo, cada vez son más los fabricantes que están integrando sus pantallas desde el cuadro de instrumentos hasta el área del copiloto, ya sea con superficies continuas o pantallas curvas que abarcan todo el ancho del vehículo.
En este sentido, China también está a la vanguardia de esta tendencia. El país tiene una notable demanda por propuestas que atraigan la atención y los grandes fabricantes europeos parecen dispuestos a calzar el ritmo de las empresas chinas.
Quién sabe si tienen razón al suponer que, en un futuro donde las capacidades de conducción autónoma se expanden y el automóvil tiene mayor libertad para actuar por sí solo, los fabricantes apuesten por ingresos mediante estrategias comerciales que nunca contemplamos anteriormente.
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