

Imagen: Emilio Morenatti/AP Photo/Picture Alliance
La capital de Italia está disponible para semanas de gran actividad que se ejecutará al cónclave en mayo, momento en el que los Cardenales seleccionarán al nuevo Papa.
La ciudad de Roma se encuentra en un estado de alerta y protección extrema debido a las ceremonias funerarias del Papa Francisco, programadas para el sábado. Se anticipa que un número significativo de creyentes, junto con destacados líderes políticos de diversas partes del mundo, se congreguen en la ciudad eterna para rendir homenaje y despedirse del Papa Argentino, quien falleció a la edad de 88 años.
Famosa por su compleja red de carreteras caóticas y su infraestructura que a menudo se siente desbordada, Roma se está preparando para un muy agitado periodo que se extenderá hasta el cónclave de mayo, donde los Cardenales se reunirán para elegir a un nuevo Papa que guiará a la Iglesia Católica en el futuro.
El reto logístico y de seguridad que enfrenta la ciudad es monumental. Se estima que entre 150 y 170 delegaciones internacionales lleguen a la ciudad, incluyendo a hombres y mujeres de gran relevancia en la política mundial, tales como el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, así como los mandatarios de Brasil y Argentina. Los monarcas de naciones como España y Bélgica, junto con el Príncipe Guillermo del Reino Unido, también están entre los dignatarios que se espera asistan a la ceremonia.
Imagen: Guglielmo Mangiapane/Reuters
Controles de seguridad rigurosos
Hasta el miércoles, cuando el ataúd del Papa llegue a la Basílica de San Pedro, las autoridades italianas han cerrado completamente todos los accesos al Vaticano, así como las carreteras circundantes para asegurar la máxima protección. Se han implementado controles de seguridad rigurosos que incluyen revisiones exhaustivas de mochilas. Además, se ha introducido el uso de tecnologías radiográficas y patrullajes constantes por parte de la policía italiana y la gendarmería del Vaticano.
En total, se despliegan aproximadamente 2,000 agentes de seguridad en la zona, garantizando que la ceremonia se desarrolle sin ningún contratiempo. Aparte de las medidas de seguridad en la tierra, una zona de restricción aérea ha sido designada en Roma, la cual estará activa las 24 horas del día. También se han instalado unidades anti-drones que cuentan con sistemas capaces de bloquear señales, lo cual servirá para prevenir cualquier actividad sospechosa.
Los aviones militares están listos para actuar, si fuese necesario, y francotiradores se encuentran situados estratégicamente en los techos a lo largo de la Via della Conciliazione y en la colina Gianicolo, garantizando así una protección adecuada durante estos momentos de gran relevancia histórica.
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