


Con el canal de escritura política 21
Bogotá, 3 de agosto de 2025. Colombia tendrá tres años bajo el control de Gustavo Petro y la fotografía que deja este período está lejos de las expectativas que surgen en agosto de 2022. Lo que prometió ser una «transformación social importante» terminó convirtiéndose en una gira llena de escándalo, giro y ropa institucional creciente.
El presidente, que llegó al poder con el discurso para cambiar la historia y desmantele el «modelo neo -liberal» que, según él, ahogó Colombia, hoy enfrenta un panorama complejo: inseguridad que aterriza en ciudades y áreas, un sistema de salud al borde del colapso debido a la decisión.
Un año después de completar el poder notarial, esta es una enorme deuda que va Gustavo Petro y marcará su herencia.
1. Seguridad: la violencia que regresó por la gran puerta
Si se esperaba Colombia después de la llegada de Petro, el progreso estaba en total paz, la gran bandera de su campaña. Tres años después, el resultado es triste.
El Presidente eligió una política de «choque» sobre la base de detener la acción militar contra varios grupos armados a cambio de comenzar las conversaciones. La decisión, que se presentó como un paso hacia la conciliación, ha terminado mediante la percepción de la impunidad de la alimentación. Mientras el gobierno está discutiendo, reclutando organizaciones penales, aumentando su gobierno costero y multiplicando sus empresas ilegales.
Las cifras son elocuentes: el asesinato en masa, el secuestro y la extorsión han aumentado. Municipios que no habían escuchado disparar durante muchos años sin años. Eln, que está lejos de reducir sus acciones, ha desafiado al estado a través de ataques armados y ataques de infraestructura. Los oponentes de FARC han combinado túneles estratégicos en Bolivos Cauca, Arauca y Sur, mientras que en el Pacífico, los residentes civiles viven entre las disputas del Golfo y otros grupos locales.
El «Paz total» prometido ha sufrido mucha ausencia de paz. Y la sensación de que el estado ha dado una plataforma para el crimen se considera tanto en capital como en las capitales, donde el crimen urbano ha crecido sin una clara política de seguridad de los ciudadanos.
2. Salud: sistema de cuidados intensivos
Si girar en seguridad era costoso, reformas que el gobierno contribuye a la inestabilidad que hoy tiene el sistema en riesgo de colapso.
El Secretario -General se enfrentó a la Cruzada contra EPS sin un poderoso plan de transición, que ha creado incertidumbre en la atención de millones de colombianos. La deuda con los centros de salud y los hospitales continúa creciendo y los proveedores condenan retrasos a turnos y definiciones crónicas. Al mismo tiempo, las inversiones parcialmente asustadas y devolvieron la desconfianza en la industria.
En las áreas más remotas donde el acceso a la salud ya era peligroso, la situación es dramática: faltan medicamentos, los pacientes se han reducido y los médicos condenan el sistema para colapsar.
Lo que se vendió como una mejora para garantizar el derecho a la salud se ha convertido en una tormenta que aterriza directamente a pie, que ahora enfrenta rangos más largos, tratamientos retrasados y angustia sin saber quién responde a sus vidas.
3 .. Economía y déficit en la política fiscal
En asuntos económicos, el equilibrio no es inspirador. Gustavo Petro obtuvo una tierra golpeada por la influencia de una pandemia, pero con un signo de mejora. Tres años después, la economía se mueve entre la reducción de la velocidad y la incertidumbre.
El gobierno ha introducido una serie de reformas y medidas fiscales que han impartido la desconfianza de los inversores. La reducción en la inversión directa de los partidos extranjeros, la disminución del PIB y la incertidumbre sobre el futuro del sector energético ha socavado la confianza del mercado.
Esto se agrega en la política fiscal preocupada por los expertos. La promesa de aumentar el gasto social sin expandir la estación productiva ha dejado al estado con márgenes más bajos y una mayor deuda. El seguro también se refleja en la devaluación del peso y en la dificultad de mantener una evaluación internacional de riesgos, que es la clave para atraer capital.
4.
La relación del presidente con las instituciones se ha caracterizado por el conflicto. Sus constantes ataques contra los medios de comunicación, la Corte Suprema, el Parlamento y los Reguladores han producido un entorno de polarización que reduce la estabilidad democrática.
A nivel internacional, Colombia ha perdido notable. Aunque los países vecinos han podido mantener las relaciones diplomáticas de equilibrio con Estados Unidos y Europa, el gobierno de Petro ha elegido la integración ideológica que crea ruido y desconfianza. Sus declaraciones sobre su política sobre Israel, Ucrania y el tratamiento anti -drip han causado la abrasión que, agregó su proximidad al régimen cuestionado como Nicolás Maduro, ha debilitado la imagen del país en el extranjero.
Una pregunta llamada
Un año después de que finalizó el período electoral, Gustavo Petro enfrenta un problema histórico: cierre a su gobierno con resultados concretos o será recordado como el presidente que prometió cambiar todo y terminar hundiendo al país en espiral incierta.
En las calles, el sentimiento es claro: la primera esperanza se ha diluido entre escándalos, peleas políticas y tierra que parece estar solo, sin sentido. Las próximas elecciones legislativas y regionales marcarán si los ciudadanos aún creen en el Proyecto Petrismo o si, por el contrario, buscan un tipo de cambio que devuelva la estabilidad perdida al país.