
Se registró una nueva masacre en el área del Pacífico Vallecauca. Sería de nueve víctimas, que fueron asesinadas en un área de la jungla para ser determinadas.
Los cuerpos estaban ubicados en el área del distrito de Low Calima de Buenaventura. El caso era conocido este 30 de julio, pero los asesinatos habrían ocurrido dos días antes. Sin embargo, hay un registro de siete personas plagadas, según la Marina Nacional.
El asesinato
Una de las versiones que están tomando fuerza es que las víctimas pertenecerían a los disidentes del FARC, aunque al principio se pensaba que otro grupo armado habría sido responsable.
Bajo Calima, en Buenaventura. Operaciones policiales. Foto:Tiempo de archivo
Sin embargo, todo indicaría que serían supuestos disidentes del frente de ‘Jaime Martínez’, bajo el mando de ‘Iván Bite’.
Este frente Tiene una fuerte presencia en el área rural de Buenaventura, así como en los municipios de Dagua y Jamundí.
Las víctimas fueron asesinadas disparando a una corta distancia. Serían del departamento vecino de Cauca, según la Marina Nacional. Aunque los cuerpos estaban ubicados en Bajo Calima, el campamento de los supuestos disidentes estaría en un área profunda de la jungla.
Hasta ahora, la Personería de Buenaventura ha recibido informes de lo que sucedió.
Fuentes de la Marina Nacional indicaron que las tropas que se encuentran en el área tenían informes de la misma comunidad sobre enfrentamientos entre columnas de la misma disidencia del ‘Jaime Martínez’. Estas disputas habrían sido por la pérdida de dinero.
Reiteraron que se especificó el asesinato de siete personas y que los dos restantes aún no aparecen en los registros, pero la información preliminar representa nueve homicidios. El problema al especificar el número de víctimas es que los habitantes del área recolectaron los cuerpos en canoas y barcos.
Buenaventura Foto:Natalia Cárdena Chaux
Recordó la masacre de 12 personas en el Naya, en 2024, también por disputas entre las armas levantadas
Esta masacre recordó la de 2024, en la zona de la jungla de Naya, entre Valle y Cauca.
Fue en septiembre de ese año, cuando en esa casa rústica de tablas de madera polvorienta, en el medio del área de la jungla de Naya, una de las masacres más escalofriantes se vivió en esta tierra dominada por el terror que ha pesado a espaldas de sus habitantes durante décadas, en medio de un incendio cruzado entre grupos armados ilegales.
Disidentes de FARC. Foto:Tiempo de archivo
Allí, en este lugar remoto del Pacífico, entre Cauca y Valle, parientes de las 12 víctimas, la mayoría, los afrodescendientes, y los miembros de la comunidad de una aldea llamada Sagrada Familia, casi inaccesible porque solo llega por mar, en las aguas del Pacífico, y por el río, con el alma tumba que estaban recolectando, uno por uno por uno de los cuerpos.
Eran jóvenes entre 18 y 25. Cinco mujeres y siete hombres fueron asesinados con disparos en la cabeza o disparos de gracia.
«(…) En ausencia de una entidad que practicara el levantamiento de los cuerpos asesinados, las personas de la comunidad de la Sagrada Familia, junto con parientes de las víctimas recogieron los cuerpos; algunos fueron a López de Micay; otros están velados en el Naya y los cuerpos de cuatro mujeres están en Puerto Merizalde (Corregomiento de Buenaventura), esperando a los cuerpos de la Comunidad, en la Puerta de la Puerto. Mortuorias) «, se lee en una declaración de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz de la Organización No Gubernamental (ONG), que durante décadas ha sido manifestando el clamor de aquellos que no han podido ser escuchados de áreas donde la presencia del estado es pequeña y donde, por lo tanto, su población se siente olvidada y sin protección.
La región de Naya está limitada por las colinas de Naya y San Vicente, en la cordillera occidental y está cruzada por el río Naya que limita con el sur de la zona rural de Buenaventura, en el Valle del Cauca, y al otro lado tiene el municipio Caucano López de Micay.
«Se solicita al Sr. Presidente de la República, (Gustavo Petro), muy respetuosamente una reunión con delegados de las comunidades negras del río Naya para abordar el problema y las soluciones a la situación dramática en la que viven», dice una declaración de la ONG, de ese 2024.
«Finalmente, de no asumir los compromisos en el marco de la medida de precaución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con rapidez y responsabilidad por parte del gobierno nacional, para las 74 comunidades negras del río Naya no hay otra opción de que el desplazamiento masivo», dijo la Comisión Interectiva.
El analista político Diego Arias explicó sobre lo que sucede en Naya: «Hace varios años, tal vez desde 2021, no se dio una masacre en Colombia como ocurrió recientemente en el sector de Naya. Todos los días hay informes trágicos de asesinatos de líderes sociales, defensores de los derechos humanos y firmantes del acuerdo de paz, así como masas, pero no con un alto número de víctimas de víctimas». «.
«Uno de los problemas para aclarar es si son personas civiles, fuera de la confrontación directa entre actores armados o si de alguna manera estaban vinculados a la dinámica ilegal. Sin embargo, esa circunstancia tampoco justifica haber sido asesinada. Cada pérdida violenta de vidas humanas debe ser condenada, lastimar a todos, ya un futuro, para evitarse», dijo el analista.
Carolina Bohórquez
Corresponsal de El Tiempo
Cali
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Escapó de Young que había entregado por ataque. Foto: