
El Antioquia del Norte vivió un episodio de alto voltaje, cuando las tropas del Ejército lograron prevenir las descuentos del FARC, específicamente para colocar explosivos en el camino que comunica a Puerto Valdivia con el área hidroituango, uno de los proyectos hidroeléctricos más importantes del país.
La operación militar evitó que el corredor fuera discapacitado y que el tránsito de trabajadores y autoridades hacia el trabajo se vería afectado.
Los habitantes del área y los trabajadores de Hidroituango se vieron afectados por los combates. Foto:EPM
Los eventos se registraron en el pueblo de SINGO, en el municipio de Ituango, donde se informaron armas de armas que generaron alarma entre los campesinos del sector.
Al preguntar, se confirmó que era un cruce de disparos entre el personal militar y los miembros del 18º frente de los disidentes de FARC, en medio de operaciones destinadas a desactivar y eliminar artefactos explosivos que se habían colocado en la carretera.
Según fuentes militares, los insurgentes tenían la intención de socavar el tramo de la carretera para obstaculizar el paso de maquinaria pesada y personal vinculado al proyecto hidroeléctrico, que habría generado serias afectaciones en el desarrollo del trabajo. Dada la resistencia del grupo armado, el Ejército solicitó el apoyo aéreo del avión de combate de Arpia, que permitió controlar la situación y evitar más consecuencias.
Después del intercambio de disparos, no se informaron heridos entre los militares o entre los miembros del grupo ilegal.
Esta operación se suma a las crecientes denuncias de empresarios, comerciantes y trabajadores en el sector, que han advertido sobre la constante extorsión y amenazas de los grupos armados que operan en el área.
El ejército evitó el ataque a los disidentes de Puerto Valdivia. Foto:X: @col_ejercito
«Si no pagas, te atacan, no hay nadie que duerma con calma», dijo un comerciante en la región, que prefería mantener el anonimato por miedo a las represalias.
Intensificar la ofensiva contra los disidentes
La presión de estos grupos ha generado un clima de inseguridad que afecta tanto a la economía local como a la vida de los habitantes de la Antioquia del Norte.
Pero el trabajo del ejército no se limitó a la desarticulación del plan minero. Durante las operaciones en la misma área, las tropas del Batallón de Infantería No. 10 ‘Coronel Atanasio Girardot’ ubicaron y destruyeron un laboratorio de procesamiento de coca en la aldea Organi, también en Ituango.
Las autoridades intensificaron las operaciones en el área y han propuesto golpes a grupos armados ilegales. Foto:Cortesía.
En el sitio, se incautaron dos galones de pasta de base de coca en solución, amoníaco, gasolina, ACPM y otros suministros utilizados en la producción de fármacos, además de una estructura incorporada en madera.
Este hallazgo representa un golpe importante para las finanzas del frente 18, que depende en gran medida del tráfico de drogas para mantener su estructura operativa.
La presencia de estos grupos armados en el área también se enmarca en la disputa sobre el control territorial entre las disidencias de la FARC, el ELN y el clan del Golfo, que buscan dominar las rutas de marketing de drogas y extorsionar a la población civil.
La situación ha generado preocupación en las autoridades locales y nacionales, que reconocen que el antioquia del norte está en una delicada crisis de seguridad. Ante esto, el gobierno nacional ha anunciado el fortalecimiento de las operaciones militares en la región, aunque los habitantes del sector reclaman una mayor presencia estatal y soluciones integrales que garantizan su seguridad y derechos.
Mientras tanto, la carretera de Puerto Valdivia-Hidroituango permanece bajo vigilancia, con el objetivo de evitar nuevos intentos de sabotaje y garantizar el desarrollo del proyecto de energía que representa un compromiso clave con el futuro del país.
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