
El proceso de deportación de los prisioneros colombianos pagó sentencias en las cárceles del país vecino de Ecuador, se consideró «muy improvisado», desordenado y complicado.
Aunque el gobierno colombiano habría sido informado por su contraparte de Ecuador, que el viernes 25 de julio comenzaría a deportar a los colombianos en los centros de prisión en ese país, su entrada al territorio nacional, a través del Puente Internacional de Rumichaca en Ipiales, Nariño, no se cumplió en condiciones decentes o normales.
Algunos de los privados de la libertad estaban visiblemente emocionados. Foto:Captura de pantalla
Inicialmente, el gobierno de Ecuador había anunciado la deportación de 1.500 prisioneros colombianos. En la tarde del viernes 25 de julio, 400 habrían llegado, y el sábado se cree que llegarán otros 400.
En medio del caos y la incertidumbre, las autoridades en el territorio de Colombia no sabían el número de prisioneros que llegarían, e incluso si fuera como repatriación, deportación o inadmisibilidad.
Todos vinieron visiblemente emocionados y estaban vestidos con un traje de naranja. Mientras tanto, algunos familiares de prisioneros de Ipiales y Nariño fueron a saludarlos, aunque a la distancia, al Puente Internacional de Rumichaca.
Puente Internacional de Rumichaca. Foto:Cancillería
Sin embargo, el alcalde de Ipiales, Amílcar Pantoja, dijo que para este proceso no había una notificación oficial previa del gobierno de Ecuador.
Sobre el tema, declaró: «En este caso no teníamos comunicación oficial e institucional», y agregó de inmediato que no había presencia de funcionarios del Departamento de Nariño o el Estado en la frontera entre los dos países.
«En el caso de un delito, las autoridades procederán a capturar a aquellos que tienen una situación pendiente», enfatizó y dijo que este tipo de procedimientos debería estar bajo la responsabilidad de la migración Colombia.
El funcionario lamentó que esta vez los protocolos establecidos no se cumplieran, pero a su vez enfatizó que fue gracias a la presencia de una comisión del gobierno nacional que estaba en Ipiales que se ocupaba de problemas comerciales, que permitían articular con el Ministerio de Relaciones Exteriores y evitar lo que sería un desastre de un proceso que tenía un alcance binacional.
La migración Colombia fue
Al contrario de la declaración del alcalde Pantoja, Jairo Otero, un oficial de migración Colombia en Nariño, confirmó su ayuda en el proceso.
«Estamos en una actividad de toma de decisiones sobre lo que sucederá, como una migración Colombia, solo estamos haciendo la parte operativa, aquí está el Sr. Cónsul, el Personería, la Oficina del Alcalde de Ipiales, el Gobierno de Nariño», dijo.
Los prisioneros llegaron vestidos con trajes de naranja Foto:Captura de pantalla
Señaló que se trata del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, definir cuál sería el destino de los prisioneros colombianos, de los cuales dijo que en su mayoría no tienen identificación.
«Todavía no tenemos el número de prisioneros porque están recibiendo poco a poco, la policía se ha encargado de eso, frente al protocolo estamos esperando lo que no sean documentados para poder controlar», agregó.
Cuando se le preguntó si el estado de entrada al país de los prisioneros es la repatriación, la deportación o la inadmisibilidad, respondió que todavía no conocía el asunto.
«No, aún no se sabe porque Ecuador no tenemos ese aspecto formal», dijo más tarde.
Cuando se le preguntó a un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Colombia sobre lo que estaba sucediendo en la frontera el viernes por la tarde, no quería responder las preguntas de los periodistas.
Él acaba de decir: «Porque por las políticas del Ministerio de Relaciones Exteriores y la confidencialidad, nos hemos limitado a dar entrevistas».
‘Esto fue totalmente improvisado’
Por su parte, el Secretario de Gobierno de Ipiales, Juan Carlos Morales, anunció que las personas que vienen de Ecuador no son repatriation, dijeron que son deportadas a Colombia, pero con algunas peculiaridades que eran desconocidas en el campo del derecho internacional.
«Es que la deportación está permitida incluso sin documentación, las personas prácticamente fueron entregadas informalmente en la frontera, lo que se está haciendo es un proceso de verificación de antecedentes de la Policía Nacional para verificar que estas personas no tienen pendientes en Colombia», dijo.
Los prisioneros llegaron vestidos con trajes de naranja Foto:Captura de pantalla
El funcionario tampoco sabía el número exacto de prisioneros deportados.
«Todo lo que se ha manejado aquí no es oficial, debemos aclarar que nunca recibimos información, esto fue totalmente improvisado, del gobierno ecuatoriano que nunca nos informaron que iban a llegar, no había una comunicación adecuada», agregó.
Dijo que el viernes por la tarde habrían entrado por los prisioneros colombianos de la frontera de Rumichaca 400, y que otros 400 llegarían este sábado 26 de julio.
«Estamos activando todos los protocolos, ha habido conversaciones todo el día con el Ministerio de Relaciones Exteriores, con la misma presidencia para definir cuál será el protocolo porque normalmente la deportación consiste en la entrega por migración Ecuador a la migración Colombia», señaló.
Mostró su gran preocupación por el impacto que los prisioneros podrían tener en la ciudad fronteriza de Ipiales.
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