
El último Viernes Santo se difundió la triste noticia del fallecimiento de Jorge Eliécer Naranjo, un destacado Ingeniero colombiano y escritor, quien perdió la vida mientras se encontraba de viaje en compañía de su esposa en el área conocida como Soraypampa, en Cusco, Perú.
Su muerte fue un profundo shock para numerosos historiadores y escritores en el departamento de Risaralda, donde vivía y había forjado vínculos con quienes compartían su pasión por la escritura y la investigación.
¿Quién era el escritor Jorge Eliécer Calle Naranjo?
Calle Naranjo nació en Belalcázar, Caldas, pero desde su niñez se trasladó a Virginia, Risaralda. Se graduó como ingeniero y dedicó veinte años de su vida al servicio público, desempeñando roles significativos, como el de Secretario de Planificación en la Alcaldía de La Virginia.
Además, su legado abarca su labor como maestro, escritor, historiador, inventor y empresario, siendo el fundador de un instituto de electrónica y computación en el que cientos de jóvenes de la región han recibido formación, explorando nuevas áreas como la inteligencia artificial, según manifestaron fuentes locales.
El último Viernes Santo, Jorge Eliécer Naranjo encontró su destino fatal en Perú. Foto:Suministrado
Naranjo escribió la obra titulada 485 años Sopinga y Virginia, Historia y urbanismo, un proyecto que le llevó casi dos décadas de investigación sobre los orígenes de Virginia, Risaralda, y que fue publicado recientemente en 2021.
La dedicación del escritor Jorge Eliécer Naranjo en la investigación de la Virginia, Risaralda
“Me enfoqué inicialmente porque me pidió que revisara algunos documentos que poseía, los cuales llenarían ciertos vacíos, dado que los datos históricos habían creado mitos en torno a Virginia. El resultado fue un libro que cuestionó lo que había existido hasta entonces, dado que las comunidades tienden a aferrarse a relatos que, en ocasiones, son falsos,” mencionó Half Cardona, escritora, historiadora y ex secretaria de la Academia de Historia de Caldensa.
“Era fundamental para él lograr una narrativa rigurosa. Caminó por archivos y fuentes primarias por más de 20 años, confirmando la verdadera historia detrás del nombre Virginia y argumentando su caso con un ensayo detallado,” añadió la escritora.
La Virginia, Municipio del Departamento de Risaralda. Foto:Google Maps
Durante su investigación, Calle Naranjo llegó a la conclusión de que 1888 no es el año de fundación de Virginia, como se pensaba anteriormente, y que en 1826 ya existía una población con casas dispersas y más de 200 residentes. Además, reveló que el primer nombre de esta localidad fue Sopinga, el cual fue cambiado a ‘La Virginia’ por un exmilitar llamado Ramón Antonio de la Peña, quien adquirió los terrenos donde hoy se asienta la ciudad.
“Colaboré en la elaboración del prólogo del libro y en su revisión, ayudándole a encontrar maneras de publicarlo. Fue un trabajo muy interesante que se realizó durante la pandemia, en una época en que la obtención de materiales era complicada, pero él persistió,” reflexionó Half Cardona. “Su pérdida es una gran tristeza en todos los sentidos. Estaba trabajando en un segundo ensayo para fortalecer la identidad relacionada con Sopinga, el lugar donde se ubica Virginia.”
Jorge Eliécer Naranjo falleció en Soraypampa, Cusco, Perú. Foto:Google Maps
Naranjo y Half Cardona formaron parte de un círculo literario conocido como Cantoras, enfocado en fomentar una lectura crítica.
“Era esencial que el grupo contara con un miembro de su calibre, quien aportó tanto en rigurosidad, metodología y dedicación a la investigación, buscando conocer los nombres y los primeros relatos de esta región.” manifestó la autora.
Su faceta como inventor también se destacó, dado que Naranjo creaba soluciones para necesidades locales. Por ejemplo, diseñó una máquina para ayudar a los productores de plátano y propuso un albergue náutico a las orillas del río Cauca.
“Lo llamábamos Da Vinci, debido a su habilidad de transformar ideas en realidades, creando dispositivos como una máquina para la producción de queso y otra para tostar café. Impulsó una iniciativa donde un grupo de mujeres trabajaban en una mesa para la producción platanera. Se presentó esta idea durante su tiempo como secretario de planificación, pero lamentablemente no recibió el apoyo que requería. También propuso el albergue náutico y durante 20 años estuvo abogando ante las autoridades de distintos niveles sin conseguir avances significativos,” explicó Half Cardona.
La muerte de Calle Naranjo ha sido objeto de luto en varias entidades públicas de Risaralda.
El Consejo de Virginia lo describió como un «ciudadano ilustre que dejó un inmenso legado educativo, cultural e histórico» en el municipio.
En los próximos días, se anticipa que la esposa de Calle Naranjo regrese al país con las cenizas de su difunto esposo.
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