El gobierno del Reino Unido, dirigido por el primer ministro Keir Starmer, presentó una propuesta histórica para reducir la edad mínima para votar de 18 a 16 años, como parte de un ambicioso paquete de reformas destinadas a fortalecer la participación democrática.
Starmer defendió la iniciativa destacando que los jóvenes de 16 y 17 años ya cumplen deberes importantes en la sociedad, como trabajar y pagar impuestos, por lo que también deberían tener voz en las encuestas. «Si contribuyen, deben tener derecho a decidir sobre el futuro del país», dijo.
La medida, incluida en el programa electoral que devolvió al Partido Laborista al poder en julio de 2024, busca modernizar la democracia británica y equiparar el Reino Unido con países como Austria, Argentina y Brasil, donde el voto de los 16 años es legal.
Entre otras reformas, el gobierno también propone facilitar el voto a través de la aceptación de tarjetas bancarias, como la identificación válida y eliminar las restricciones impuestas por el gobierno conservador anterior, que dejó cientos de miles de personas sin voto.
Los expertos califican la propuesta como la mayor reforma electoral desde 1969 y esperan que ayuda a reconectar a los jóvenes con la política en un momento crítico para la democracia británica.
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