
El Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott, se defendió en Washington, afirmando que tanto Estados Unidos como China tienen una oportunidad significativa para reequilibrar sus economías. Durante su discurso en el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), Scott enfatizó que hay una «oportunidad sorprendente» para adaptar el sistema comercial global hacia un capital más sólido y sostenible.
Scott expresó: «Hay una oportunidad importante» mientras Estados Unidos se esfuerza por reconstruir su economía, enfocándose en reducir su dependencia del crecimiento basado en la producción y buscando reorientarse hacia un mayor consumo interno. Esta transición es esencial para el futuro económico del país y del mundo, y podría sentar las bases para un equilibrio más saludable entre estas dos potencias económicas.
No obstante, Scott también hizo hincapié en el hecho de que, según datos recientes, la economía china parece alejarse del consumo. Esto indica que el sistema económico chino, impulsado por un crecimiento de producción orientado a la exportación, podría enfrentar «desequilibrios más graves», especialmente si se opta por mantener el «status quo». Lamentó que esta situación no solo afecta a China, sino que tiene repercusiones globales. «Es un modelo insostenible que no solo daña a China, sino también a todo el mundo», advirtió, subrayando la necesidad de cambio en la política económica china.
Con un reconocimiento de la situación actual, Scott señaló que «el estado sabe que debe cambiar. Todos están al tanto de cómo hacerlo y desean ayudar en el proceso porque necesitamos reequilibrar». Insistió en que «si desean avanzar, debemos hacerlo juntos. Esta es una oportunidad increíble». Esto refleja un llamado a la cooperación mutua y a un camino conjunto hacia la prosperidad económica.
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La postura de Washington hacia Beijing se presentó en medio de un clima de tensión, mientras el periódico mencionó que hay quienes ven la situación como alarmante en cuanto a las importaciones desde China, aunque aclararon que la decisión final sobre cualquier acción recaería en el Presidente, Donald Trump. El comentario del portavoz de la Casa Blanca también parece haber matizado el enfoque hacia China, indicando que están preparados para ser «muy buenos» con Beijing, buscando formas de facilitar el comercio, aunque sin compromisos absolutos.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China reaccionó el miércoles afirmando que este enfoque «no conduce a nada». Además, argumentó que no era «correcto» buscar un contrato comercial bajo un marco de «amenazas y chantajes», sugiriendo que tales tácticas «simplemente no funcionarán». Esto pone de manifiesto las tensiones persistentes en las relaciones comerciales entre estas naciones.
Mensaje a Europa.
En otro ámbito, el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos defendió que el comercio no es el único elemento que influye en los retos en la economía global. También mencionó la necesidad de abordar la acumulación de ahorros excesivos y los problemas relacionados con los salarios artificiales, que han terminado ralentizando el crecimiento y afectando negativamente el desarrollo de las economías globales. Esta perspectiva analiza no solo la interacción entre Estados Unidos y China, sino también las dinámicas en Europa y su impacto en la economía global.
Scott hizo referencia a un informe sobre Europa elaborado por Mario Draghi, que identifica diversas fuentes de estancamiento y propone recomendaciones para revitalizar la economía europea. Subrayó que «los países europeos deberían considerar cuidadosamente sus recomendaciones», añadiendo que la Unión Europea ya ha comenzado a implementar medidas iniciales para fomentar una nueva fuente de demanda global. Esto sugiere que Europa está tomando en serio la necesidad de adaptarse y crecer en un entorno económico cambiante.
De este modo, Scott enfatizó que si Estados Unidos continúa ofreciendo garantías de seguridad y mercados abiertos, también se espera que los aliados de Washington refuercen sus compromisos con la defensa común, sugiriendo que se deben tomar medidas más concretas para aumentar el consumo fiscal y de defensa. «Estados Unidos no significa América en solitario», señaló, haciendo un llamado a una cooperación más profunda basada en el respeto mutuo entre socios comerciales. Esto permitiría a Estados Unidos asumir un rol de liderazgo más significativo en el sistema económico internacional.
Finalmente, enfatizó que «los desequilibrios amplios y persistentes del status quo no son sostenibles». Este mensaje es crucial no solo para los EE. UU., sino también para otras economías, ya que una estabilidad económica y financiera adecuada es vital para garantizar un estándar de vida aceptable y mantener la confianza en los mercados a nivel global.