
La Sociedad de Ingenieros del Atlántico ha manifestado una profunda preocupación en relación a la intención de repoblar la ladera en el municipio de Piojó, la cual sufrió un deslizamiento masivo en noviembre de 2022. Lo alarmante es que esta medida se está considerando sin la realización de los estudios técnicos o la implementación de los trabajos necesarios para asegurar la seguridad del terreno.
En una carta dirigida al Ayuntamiento municipal de Piojó, a la Oficina del Defensor del Pueblo, a la subsecretaria de prevención y atención de desastres y a la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos de Desastres, la organización enfatizó que el retroceso del área afectada pone en riesgo la vida de los ciudadanos y podría conducir a nuevas tragedias en un futuro cercano.
Este deslizamiento fue el resultado de varios días de intensas lluvias que destruyeron más de 80 hogares, afectaron el cementerio municipal, y comprometieron la estabilidad de las calles y otras estructuras, dejando a más de 500 personas en situación vulnerable.
Sin embargo, a pesar de estos antecedentes alarmantes, las autoridades permiten a numerosas familias regresar a la ladera, desoyendo las advertencias del gobierno nacional, sin una evaluación rigurosa ni el análisis de los riesgos que esto implica.
El retorno de las familias genera desesperación
En noviembre de este año, se conmemorará el tercer aniversario del deslizamiento en Piojó, y la situación de las familias afectadas sigue en un estado de incertidumbre. En marzo pasado, el Vice Contralor Carlos Zuluaga calificó la gestión del proceso de reubicación como «un verdadero desastre» y culpó directamente a la UNGRD por su falta de respuestas efectivas ante esta crisis.
La emergencia se presentó en noviembre de 2022. Foto:Agencia de Kronos
El columnista Horacio Brieva ha criticado en su última columna publicada en el periódico El Haldo que el UNGRD ha incumplido su compromiso de pagar los arrendamientos temporales a los afectados. Brieva señala que la entidad ha adquirido terrenos situados a cuatro kilómetros del área urbana, donde no se han comenzado los trabajos necesarios, y en enero de este año, anunciaron la realización de un estudio para determinar si es factible reconstruir en la misma ladera donde ocurrió la tragedia.
El abandono por parte de las instituciones encargadas ha forzado a varias familias, desesperadas por la falta de soluciones, a regresar a sus hogares deteriorados.
En mayo de 2023, durante una visita del Presidente Gustavo Petro al municipio, los afectados aprovecharon la ocasión para demandar acciones concretas. Sin embargo, a pesar de las promesas, las soluciones siguen siendo aplazadas.
Tierra inestable y el riesgo de nuevos desplazamientos
De acuerdo con la Sociedad de Ingenieros, los movimientos en masa, como el que sucedió en Piojó, constituyen fenómenos que comprometen gravemente la estabilidad del suelo y suelen ser provocados por intensas lluvias, actividad sísmica, deforestación o intervenciones humanas sin una adecuada planificación.
Muchas familias que lo perdieron todo. Foto:Agencia de Kronos
Los estudios técnicos citados indican que una ladera que ya ha sufrido un deslizamiento presenta una alta probabilidad de experimentar nuevos incidentes similares, debido a la degradación de sus propiedades mecánicas, que resultan en una pérdida significativa de su capacidad de carga.
«La rehabilitación inmediata representa un riesgo significativo para la vida y bienes de las personas,» señala el documento que subraya que sin un análisis geotécnico a fondo no se puede garantizar la estabilidad de la zona.
Estudios ambientales y restauración necesarios
Los ingenieros argumentan que antes de permitir la repoblamiento, es imprescindible realizar un estudio geotécnico completo que aborde aspectos como el tipo de suelo, la existencia de macizos rocosos, los posibles desplazamientos y los factores de seguridad involucrados.
Tres años después de la tragedia, Piojó sigue enfrentando una crisis. Foto:Agencia de Kronos
Además, sugieren la implementación de mecanismos de contención y drenaje, así como procesos de reforestación que ayuden a mitigar la erosión y restaurar el ecosistema local.
También advierten que permitir la repoblación sin adherirse a estándares técnicos y ambientales constitute una violación de las regulaciones nacionales sobre la construcción y la gestión de riesgos.
«Las condiciones de inestabilidad requieren atención cuidadosa. Ignorar esta realidad podría resultar en consecuencias humanas y económicas desastrosas», concluye la carta, que lleva la firma del Presidente de la Sociedad de Ingenieros del Atlántico, Néstor Escorcia Redondo.
Puede interesarle
Colombia en 5 minutos
Periodista Leonardo Herrera de El Tiempo.