
Un total de 13 campamentos utilizados por grupos armados ilegales para la explotación ilícita de los depósitos mineros, se desmantelaron en una operación conjunta entre los ejércitos de Colombia y Ecuador, en el área fronteriza entre los dos países.
Se estima que con la minería de oro ilegal, sus ganancias podrían ascender a la cifra no negligible de cuatro millones de dólares en el mercado ilegal a nivel internacional.
Los laboratorios generaron ganancias por más de 48 millones de dólares anualmente. Foto:Brigada del Ejército 23
En el desarrollo de operaciones militares binacionales que se cumplen en el área fronteriza, los soldados del Grupo Mecanizado de Caballería No. 3 en articulación con el Ejército de Ecuador, lograron apropiar un golpe enérgico contra las economías ilícitas en el sur de Nariño.
Fue en el área rural del municipio de Cumbbal, donde los soldados inicialmente encontraron nueve campamentos utilizados para la actividad minera ilegal.
En el mismo lugar, encontraron un laboratorio para el procesamiento de la pasta de base de coca, así como un laboratorio desactivado que es responsable de realizar el proceso final de oro, tres piscinas con material de oro diluido y otras herramientas, productos químicos y suministros para el refinamiento de oro y el procesamiento del hidrocloruro de cocaína.
También se encontraron campamentos para minería ilegal. Foto:Brigada del Ejército 23
Otros campos
En el marco de una segunda operación militar, otros cuatro campamentos mineros ilegales fueron discapacitados, en el mismo municipio de Cumbbal.
Había dos piscinas con oro diluido y otros elementos.
Según la información del Ejército Nacional: «Aparentemente, estas estructuras ilegales pertenecerían al Grupo Armado Organizado (GAO) Comuneros del Sur que cometen crímenes en el área, que habrían sido afectados en más de cuatro millones de dólares».
La misma estructura armada ilegal sería obtener ganancias de la minería ilegal cerca de 48 millones de dólares anuales, según la Apocalipsis del Ejército.
«Esta operación militar permite la recuperación natural de los ecosistemas afectados por estas actividades ilegales, promoviendo que comienza un proceso de restauración ecológica», agregó.
También se tuvo en cuenta que la minería ilegal también afecta a los paisajes, la producción agrícola, ganadera y de pesca, al tiempo que está altamente en la salud humana a lo largo de varias generaciones.
Operaciones de Policarpa
Por otro lado, el mando de la tercera división del Ejército Nacional informó que en medio de las operaciones ofensivas avanzadas por soldados en la subregión de la Cordillera Occidental, en Nariño, las tropas apoyaron la lucha, aparentemente con miembros del Grupo Armado Organizado Residual de Franco Benavides, de las desidencias de Farc.
Ofensivo, dentro del marco de la operación Cordillera. Foto:Brigada del Ejército 23
Los combates se registraron en el área rural del municipio de Policarpa, dejando a tres soldados heridos, que fueron tratados por enfermeras de combate y posteriormente evacuados a un hospital.
En su estado de salud se anunció que es estable.
«En este momento, las operaciones militares continúan en el área y se reforzarán los dispositivos de seguridad para contrarrestar las acciones criminales de los grupos armados organizados», dijo el ejército.
También reiteró que continuará realizando maniobras ofensivas, utilizando toda su capacidad para afectar fuertemente los factores de inestabilidad que convergen en el Departamento de Nariño.
La operación de la Cordillera que avanza al ejército y que hoy se concentra en los municipios de Polycarpa y Cumbitarra, ubicada al norte de Nariño, ha generado constantes confrontaciones entre las tropas del Ejército y el grupo armado organizado Franco Benavides, que quiere mantener su dominio sobre las rutas de la tráfico de drogas e ilegal ilegal mineo en el oro en el territorio.
Solo en Cumbitar las fuertes peleas han dejado un total de 852 familias confinadas y desplazadas.
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