
Alrededor de 2.000 ovejas fueron las protagonistas del desfile más particular en Marulanda, un pequeño municipio del oriente del departamento de Caldas, cuyas costumbres se mantienen intactas.
Se trata de un municipio enclavado en la montaña, donde las ovejas no sólo son la base de su economía y proporcionan la materia prima de sus tradicionales y reconocidas ruanas, sino que adornan las calles de este municipio cada dos años en las fiestas que se celebran en su honor.
LEER TAMBIÉN
El recorrido de estas modelos de prominente pelaje recorrió las principales calles de la localidad, que es el segundo municipio de Colombia vinculado a la red de ciudades Cittaslow. que se basa en la idea del «buen vivir» y extiende los principios del movimiento de vida lenta y tranquila, luchando contra la actual «vida rápida».
Las ovejas adornaron las calles de Marulanda, Caldas. Foto:Alcaldía de Marulanda
Como si fueran los rebaños que se ven en la película ‘Niño, el cerdito valiente’ o los que los colombianos -con mucho esfuerzo- colocan en el pesebre en época navideña, Las ovejas adornaron la calle con sus colores y motivaron la ternura de los miles de asistentes a la Fiesta de la Lana, que se desarrolló el pasado fin de semana.
El alcalde de Marulanda, Leonardo Giraldo, señaló que este desfile es un reflejo de la identidad del municipio. “Amamos y exaltamos lo que somos. Esta fiesta es más que tradición, es nuestra identidad. Porque en Marulanda la cultura ovina se siente, se huele y se vive en cada oveja, en cada trozo de su lana y en el corazón de todos los que vibramos con esta festividad. Infinitas gracias a nuestros ovejeros y al pastor, que diariamente cuidan con tanto esmero a nuestras ovejas”, mencionó.
Ovejas de Hacienda La Esperanza (que forma parte de la Cooperativa Ovina Marulanda), así como de otras seis fincas, dejaron sus rebaños por las calles del casco urbano en el tradicional desfile.
Los rebaños, integrados por unas 2.000 ovejas negras, blancas y bicolores, ingresaron al casco urbano por el camino que viene del poblado de San Félix, continuaron por Back Street y doblaron por el colegio para recorrer el parque principal. También vale la pena señalar que en Marulanda vive uno de los pocos pastores de ovejas del país. Este es Wilder Restrepo, quien guió a estas ovejas con su cayado y su experiencia.
Las ovejas adornaron las calles de Marulanda, Caldas. Foto:Alcaldía de Marulanda
César Augusto Álvarez Llano, criador de ovejas de la zona, destacó que -además de aprovechar los subproductos de las ovejas- a lo largo de los años las han preparado para que sean más dóciles a la presencia humana, dejándose llevar y fotografiar. “Poco a poco van dejando de ser tan ariscos, aunque hay excepciones, sobre todo algunas especies, gracias a eso tenemos este evento que es tan espectacular. Aquí, en estas fiestas o en cualquier época del año, te esperamos para mostrarte esta cultura ovina”, dijo.
LEER TAMBIÉN
Precisamente, la mansedumbre de la mayoría de las ovejas permitió a turistas y vecinos de Marulanda tomarse sus fotografías y guardar el recuerdo del desfile, que además estuvo acompañado por arrieros locales que guiaron bueyes, caballos y mulas cargadas.
Cabe destacar que en el municipio existe una Cooperativa Ovina con más de 88 años de tradición. A través de él se procesa la lana y se elaboran diversos productos que se comercializan en distintos puntos del país. “En esta ocasión contamos con 850 ovejas, de cuatro especies diferentes. Aquí estamos todos dedicados a mantener y preservar esta tradición marulandita para que perdure en el tiempo”, dijo Jeison Díaz, miembro del consejo de esta entidad.
Las ovejas adornaron las calles de Marulanda, Caldas. Foto:Alcaldía de Marulanda
Esta ‘alfombra blanca en movimiento’ atrajo al municipio a cientos de turistas, quienes resaltaron la particularidad de esta fiesta bienal. “Estoy encantada con esta maravilla. Ver desfilar esas ovejitas fue muy hermoso y emotivo, es parte de todo lo lindo que tiene Colombia”, dijo Gloria Orozco, participante del evento.
Laura Usma
Manizales, Caldas
Especial para EL TIEMPO